Durante meses, años, una de las grandes obsesiones de España en su política exterior fue levantar un bloque internacional firme, sin fisuras, que respaldara su tesis frente al desafío de la independencia de Cataluña.
Ayer, el Gobierno de Mariano Rajoy recogió los frutos de esa intensa labor, con horas de pedagogía en cumbres europeas, pero también en embajadas lejos de las cámaras. Merkel y Macron -relatan fuentes diplomáticas- fueron de los primeros dirigentes en respaldar al mandatario español, manifestando su respeto a nuestra Constitución.
No obstante, y de manera unánime, todos los líderes europeos reunidos ayer en Tallín (Estonia) para una cumbre informal solicitaron el respeto al orden constitucional interno, y expresaron su apoyo al Gobierno central. Rajoy, que canceló su participación para seguir desde Moncloa las horas previas al referéndum unilateral, recibió el ánimo de socios grandes y pequeños, incluso de aquellos que, como los Bálticos, mantienen simpatías hacia la autodeterminación.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que "siempre hace falta diálogo y serenidad en la vida política de nuestros países, pero confío en la determinación de Mariano Rajoy para defender los intereses de toda España". Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, subrayó que "hay una ley y una constitución en España, y tienen que ser respetadas". Aunque el mandatario apoyó el diálogo entre Madrid y Barcelona, criticó a la Generalitat por buscar un referéndum unilateral.
Más parca en palabras, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, reconoció que "no es fácil" opinar porque se trata de un tema "sensible". Pero deseó que el Gobierno español se mantenga "fuerte".
La cascada de apoyos, muchos de ellos expresados al llegar a la cumbre, también incluyó a Italia o Rumanía. El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, solicitó respeto a las leyes vigentes. "Lo que está claro es que nosotros, como países de la Unión Europea, respetamos en nuestra casa y en la casa de los demás las leyes de cada país".
El presidente rumano, Klaus Werner, reconoció que está "preocupado". Es un tema que nos está afectando a todos y personalmente creo que Rajoy ha hecho y hace un trabajo excelente". Y subrayó la importancia de que todos los socios mantengan la unidad, ya que "no ayuda a nadie que partes de la UE dejen la Unión con referéndums de este tipo". Este respaldo también incluyó el de otras delegaciones, como la alemana.
Según informaron fuentes diplomáticas españolas, la canciller Angela Merkel expresó su apoyo a la delegación española que encabezó el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jorge Toledo.
Pero el cierre de filas con Madrid también incluyó mensajes para el Ejecutivo de Rajoy para que añada a la fuerza de la ley la cintura de la política para desactivar el conflicto catalán.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, pidió una solución "política" el lunes tras el referéndum. El italiano, muy próximo a Rajoy, coincidió en que el referéndum es "ilegal", pero coincidió con otras voces en solicitar diálogo entre ambos lados para desactivar el conflicto. Madrid tiene "la razón jurídica", indicó, pero el choque "no solo se puede solucionar con la Policía y las leyes".