Internacional

El suicida de Manchester tiraba la basura con chilaba y rezaba a gritos en mitad de la calle

  • Al menos 22 personas murieron tras el concierto de Ariana Grande
  • Abedi había sido denunciado en varias ocaciones por extremismo
  • La policía investiga ahora a qué red de terroristas pertenecía

Poco a poco se van conociendo más detalles de Salman Abedi, el joven de 22 años que se inmoló el pasado lunes a la salida de un concierto de Ariana Grande en Manchester provocando la muerte de 22 personas -entre ellas varios niños-. Su comportamiento extraño de los últimos años había sido denunciado por varias personas de su entorno, entre ellos familia, vecinos y amigos.

Abedi fue grabado por un vecino en julio de 2016 tirando la basura en su casa de Fallowfield -el mismo lugar que fue registrado por la policía poco después del atentado- ataviado con una chilaba, una túnica larga con capucha que se usa en el mundo árabe.

Los vecinos del suburbio del sur de Manchester también han comentado que solía rezar a gritos y arrodillado en mitad de la calle, algo que incomodaba a los musulmanes del barrio, ya que la oración se suele llevar a cabo en silencio en un lugar íntimo o en una mezquita.

Antiguos conocidos del atacante de Manchester lo han recordado como un adolescente que fumaba cannabis, bebedor, frecuentemente enojado y que ondeaba una bandera islamista de color negro en su casa.

¿Cuándo se radicalizó?

El momento exacto de su radicalización no está claro, pero sí se ha hablado de algunos momentos que pudieron haber causado un punto de inflexión en su conducta. La familia de Abedi siempre ha sido muy religiosa, pero el extremismo del chico pudo haber tocado techo el año pasado cuando uno de sus mejores amigos fue apuñalado hasta la muerte delante de él, según ha relatado un pariente.

El mismo familiar, según publica The Independent, ha dicho que desde ese momento Abedi empezó a quejarse de que los musulmanes eran maltratados en Gran Bretaña por los "infieles". También mostró su malestar por la falta de indignación tras el asesinato de su amigo "sólo porque era musulmán".

Sin embargo, The Times va más allá y recopila información de años anteriores, en los que su conducta ya empezaba a resultar extraña. Cuando era adolescente, Abedi y un grupo de amigos acusaron a un profesor de la Burnage Academy de ser islamófobo cuando éste les preguntó sobre qué opinaban de los atentados suicidas. Asimismo, hace cinco años, dos personas que conocían al joven llamaron a la línea telefónica antiterrorista de la Policía después de que éste les dijera que "ser un atacante suicida estaba bien".

Por otro lado, dos líderes comunitarios informaron a las autoridades en 2015 de la conducta extremista de Abedi, temiendo que ya estuviera involucrado en redes terroristas. Incluso fue expulsado de la mezquita de Didsbury y denunciado de nuevo ante la Policía después de que criticara a un imán que pronunció un sermón condenando al Estado Islámico.

La familia de Abedi decidió enviarle en abril, junto a su hermano menor, a Libia por considerarle "peligroso", meses después de que Abedi abandonara su carrera en la Universidad de Salford. Regresó a Manchester, pasando por Estambul y Düsseldorf, el 18 de mayo y cuatro días después detonó una bomba mientras miles de jóvenes fans de Ariana Grande salían del concierto.

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