Internacional

Las dos Francias que pueden salir de estas elecciones: así sería el país de Macron y el de Le Pen

  • Macron es el presidente que quiere la Unión Europea
  • Le Pen celebraría un referéndum de ruptura del bloque

La Unión Europea aguanta la respiración mientras en Francia se celebra una segunda vuelta de las elecciones que podrían cambiar por completo el devenir del país. Tanto si gana el líder de ¡En Marcha!, Emmanuel Macron, como si gana la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, se romperá con el establishment político que ha reinado en el país durante las últimas décadas debido al fracaso en la primera vuelta del 23 de abril de los dos principales partidos, Los Republicanos y el Partido Socialista.

Las encuestas dan como ganador a Macron, el candidato que Europa quiere. Pero si el triunfo no llega, la alianza podría volver a encontrarse con otro Brexit, esta vez a la francesa (el Frexit), y otros dos años de duras negociaciones, lo que sin duda supondría un debilitamiento difícil de recomponer.

¿Cómo sería la Francia de Macron?

Aunque Macron ha sido calificado por sus adversarios como el "heredero de Hollande", en realidad su triunfo supone una ruptura del establishment político, ya que ha sido el precursor de un movimiento nuevo. Además, él mismo ha llamado a romper con un sistema que "no ha sabido responder a los problemas de los ciudadanos en más de 30 años". Pero pese a suponer un cambio, es mucho más moderado que su contrincante en las urnas.

En primer lugar, Macron plantea una Francia que se mantiene dentro de la Unión Europea formando parte de Schengen y de Frontex, aunque también ha mandando un mensaje de advertencia: "Hay que reformar la UE profundamente, sino podría haber un Frexit".

Su Francia sería un país mucho más moderno y ecológico que el actual, pues varias de sus promesas electorales se encaminan en esa dirección. La mayor inversión en energías renovables o la reforma que pretende aligerar y abaratar el coste de las instituciones son solo dos ejemplos. Asimismo, el Gobierno estaría formado por distintos perfiles políticos y el sistema electoral sería sustituido por un modelo proporcional que facilite el ascenso de los partidos más jóvenes.

Otro de los grandes matices llega con sus propuestas laborales: un seguro de paro universal para empresarios, agricultores y autónomos y una jornada laboral flexible.

Pero el país de Macron también está cargado de incertidumbre y puede verse condenado a una parálisis legislativa que frustre sus promesas, como ya ha ocurrido con Donald Trump en EEUU, que ha visto como su propio partido ha frenado sus iniciativas más controvertidas. En este sentido, algunos expertos ya aseguran que tendrá que dar un giro político e incumplir varias de sus promesas ante la falta de apoyos en la Asamblea Nacional, pues al tratarse de un nuevo partido sin estructura no tiene ni un solo representante que lo apoye en ella. Habrá que esperar a ver qué pasa en las elecciones al Parlamento, que se celebran el 11 de junio. En cualquier caso, el favorito parte por tanto de una posición precaria, ya que su movimiento político cuenta con poco más de un año de vida y para conseguir apoyos tendrá que negociar con otros grupos políticos como Los Republicanos o el Partido Socialista.

¿Cómo sería la Francia de Le Pen?

Fuera de la Unión Europea, adiós al acuerdo Schengen, la vuelta al franco francés, la expulsión de los inmigrantes ilegales... Éstas son las pinceladas del país con el que sueña la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen.

La Unión Europea tendría que volver a lidiar con un país que quiere salir del grupo. Otro Brexit, dos años de negociaciones, otro miembro fuerte que dice adiós. Los franceses tendrían que elegir, pero de ganar Le Pen no parecen muy por la labor de continuar en el bloque. Desde luego, el resultado sería una incógnita hasta el último momento, como ya pasó en el Brexit. Con Le Pen, las fronteras de Francia se verían reforzadas y los inmigrantes se encontrarían con un puño de hierro.

En materia económica, la candidata presidencial ultraderechista ha prometido en los últimos días que los franceses tendrán de nuevo francos en los bolsillos en un plazo de dos años y ha calificado al euro de "peso muerto" para la economía francesa. "La moneda nacional protegerá mejor los ahorros de la población francesa", ha dicho Marine.

No obstante, también ha prometido un país 'rico' en ayudas sociales (eso sí, para los franceses) como el aumento del subsidio de solidaridad para los ancianos, los discapacitados y las familias numerosas. Además, en la Francia de Le Pen los más ricos tendrán que pagar un impuesto especial, llamado 'patriotismo económico', que será donado a los empleados que ganen menos de 1500 euros al mes.

Por último, la candidata del FN podría buscar cambiar la actual ley electoral, ya que considera que la doble vuelta siempre ha perjudicado a su partido, si se encuentra con una Asamblea Nacional hostil y procedería a la disolución de la misma.

Así pues, en esta segunda vuelta Europa vuelve a enfrentarse al fantasma de la ultraderecha y aguanta una vez más la respiración, como ya pasó con Reino Unido, Austria o los Países Bajos. Cualquier cosa podría pasar, y sino que se lo digan a Donald Trump.

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