Internacional

La división en el gabinete de Trump bloquea casi 500 nombramientos

  • La reforma fiscal y el plan millonario de obra pública pueden sufrir demoras
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Imagen: Reuters

Con los 100 primeros días desde que tomó las riendas de la Casa Blanca a punto de expirar, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta una precaria situación donde buena parte de las agencias federales no disponen de recursos y personal suficiente para sacar adelante la agenda política y económica del mandatario.

De las 553 posiciones públicas que requieren la confirmación del Senado, un total de 478 carecen de nominado alguno mientras que otros 29 esperan una nominación formal. Hasta la fecha, sólo veinticuatro individuos han sido formalmente nominados por el gobierno central y un total de 22 confirmados por la Cámara Alta.

Una situación que complica aún más el desarrollo de planes como la reforma fiscal o la inversión pública en infraestructuras, dado que el Departamento del Tesoro o el de Comercio, por mencionar algunos, siguen sin suplir posiciones clave que agilicen la presentación de algunas de las promesas más esperadas por los inversores y los votantes que apoyaron a Trump. Las comparaciones son odiosas pero otros ocupantes del Despacho Oval, como el demócrata Barack Obama o el republicano George W. Bush, contaban al menos con 54 y 32 posiciones confirmadas al cumplir sus tres primeros meses de gobierno.

El propio Trump ha acusado a los senadores demócratas de dificultar el proceso. Sin embargo, su administración está siendo extremadamente lenta a la hora de elegir a sus nominados. De hecho, el presidente cuenta con tres posiciones vacantes dentro de su gabinete y centenares de posiciones que suplir en el Pentágono, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estados. Una tarea que se complica ante el empeño del republicano por supervisar personalmente todos y cada uno de los nombres elegidos tomar parte de su administración.

Un proceso tedioso que ha generado roces entre los distintos secretarios de los distintos departamentos, ya que en ocasiones, el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, o el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, también se involucran personalmente en la aprobación, o no, del personal que aspira a dichas vacantes. Desde el portal Politico citaron fuentes cercanas al gobierno que hablan de una posible "paranoia" ante el riesgo de que los elegidos a ocupar posiciones de relativa importancia no sean leales al presidente.

Pulso en la Casa Blanca

Mientras dentro de la propia Casa Blanca el pulso de poder entre Bannon y el yerno de Trump, Jared Kushner, ha copado la atención mediática durante las últimas semanas, en la Cámara Alta los demócratas ya retrasaron en su día la confirmación de varios funcionarios relevantes de la administración como el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, la secretaria de Educación, Betsy DeVos y el fiscal general, Jeff Sessions. Trump todavía está a la espera de la confirmación de distintos puestos a nivel ministerial como el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario de Trabajo, Alex Acosta, nominado después de que Andrew Puzder se retirara tras ser nominado.

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