Ser famoso por mantener en secreto una de las grandes incógnitas de la sociedad del siglo XXI ha terminado costándole caro a Banksy. El artista callejero ha perdido los derechos de autor de una de sus obras más representativas (Lanzador de flores), ya que la Unión Europea ha fallado a favor de una empresa de postales británica.
"Banksy ha optado por permanecer en el anonimato y, en su mayor parte, pintar graffitis en la propiedad de otras personas sin su permiso, en lugar de pintarlos en lienzos o en su propia propiedad", ha señalado la sentencia de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) para aclarar que sin desvelar su identidad, el autor no puede justificar ser el propietario de una obra.
De esta forma, los derechos de autor de Lanzador de flores, una de sus obras más famosas que apareció en 2003 en Cisjordania, pasan a ser propiedad de Full Colour Black. Una compañía de postales británica que vende la icónica imagen en sus tarjetas de felicitación por algo más de tres euros.
"Todas las marcas registradas de Banksy están en riesgo, ya que todas sus obras tiene el mismo problema"
Banksy, que en varias ocasiones ha declarado que "los derechos de autor eran para perdedores", abrió en 2019 una tienda física (llamada Producto Interno Bruto) al sur de Londres con el fin de proteger sus obras. Para ello usó como motivación la frase "Posiblemente, la razón menos poética para hacer alguna obra de arte: la disputa por la marca registrada", pero sin embargo la UE ha comprendido que "su intención no era utilizar la marca como marca comercial para vender productos sino sólo para aprovecharse de la ley".
Toda una serie de manifestaciones ligadas a su anonimato que han acabado por salirle muy caro en el juicio y perder una de sus obras más representativas. "Todas las marcas registradas de Banksy están en riesgo, ya que todas sus obras tiene el mismo problema", ha manifestado el abogado de la compañía postal que ya es oficialmente la dueña de Lanzador de flores.