Parón a 110 años de historia. Los Boy Scouts of America (BSA), una de las mayores organizaciones juveniles de EEUU, se ha declarado en quiebra, según el documento presentado este martes en la corte de bancarrotas del estado de Delaware. Esta decisión se produce en un momento en el que la organización se enfrenta a cientos de demandas por abuso sexual.
La organización, que cuenta con 2,2 millones de miembros de entre 5 y 21 años, busca ganar tiempo, ya que al acogerse a la protección del Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense quedan suspendidos automáticamente todos los litigios civiles contra ella. Además también trata de buscar una fórmula para aunar todas las demandas e intentar un acuerdo común con los afectados.
De no llegar a un pacto común, creará un fondo de compensación para las víctimas. Según el documento presentado en la corte de bancarrotas, la sociedad cuenta con un pasivo de entre 100 y 500 millones de dólares (92,2 millones y 461,3 millones de euros). La organización, que sigue con su actividad a pesar de la quiebra, no descarta poner a la venta algunos activos, entre ellos campamentos o rutas de senderismo.
La bancarrota de la organización "es el resultado de décadas de ocultar el abuso de los Boy Scouts y sus líderes"
Paul Mones, que representa a cientos de víctimas, ha asegurado a Reuters que la bancarrota de la organización "es el resultado de décadas de ocultar el abuso de los Boy Scouts y sus líderes".
The Wall Street Journal recuerda que otras organizaciones también optaron por esta medida para reducir los gastos legales, centralizar los procedimientos judiciales y establecer plazos de pago. USA Gymnastics, el equipo nacional de gimnasia de EEUU, también se ha acogido al Capítulo 11 para tratar de resolver las demandas de abuso sexual por parte del exmédico Larry Nassar.
Los casos de abuso sexual en los Boy Scouts of America vieron la luz en 2012. El diario Los Angeles Times publicó documentos que mostraban las sospechas durante décadas. Además las demandas fueron a más cuando algunos estados, incluido el de Nueva York o el de California, decidieron eliminar los límites temporales para evitar que fueran prescritas. Se calcula de desde los años 40 del siglo pasado, más de 7.800 personas relacionadas con la organización supuestamente abusaron de menores.
Tras ello, no es de extrañar que la organización sufriese una multitud de bajas. Solo en un año -de finales de 2018 a finales de 2019-, las afilaciones han caído un 13%. Pero la peor parte ha venido por parte de la financiación de la iglesia mormona, que dejó de apoyarle después de que la organización levantase el veto y anunciase que admitiría a los menores transgénero.