
Sin avisar a nadie, Reino Unido dio un paso hacia el final de la calderilla en 2018. Por primera vez en décadas, la fábrica nacional de moneda, Royal Mint, no acuñó ninguna de las monedas de menor valor, las de 1 y 2 peniques, en un movimiento que preocupa popularmente por el miedo a que vayan a desaparecer de circulación.
Según el Tesoro británico, la decisión fue tomada porque "ya hay suficientes unidades en circulación" de ambas monedas, igual que de 2 libras, que tampoco fueron emitidas en el último año, aunque insiste en que "todavía hay utilidad" para esas monedas y, por tanto, no desaparecerán aún.
Es la primera vez que no se acuñan monedas de 1 penique desde 1972, justo el año después de que Reino Unido cambiara su sistema monetario por completo y pasara de dividir las libras en 240 peniques a solo 100, en el proceso de "decimalización". Para ello emitieron tantos "peniques nuevos" que ya no necesitaron fabricar más el año siguente.
En los últimos años, el Ministerio de Hacienda realizó una investigación para determinar si hacía falta seguir emitiendo monedas pequeñas. La gran mayoría de precios en las tiendas suelen terminar en ",99" o similares, por lo que los peniques sueltos siguen siendo fundamentales a la hora de pagar en efectivo.
Pero el crecimiento de los sistemas de pago digitales o por tarjetas sin contacto están convirtiendo al dinero en algo del pasado: según datos del semanario The Economist, el 70% de los pagos en Reino Unido en 2016 ya eran digitales. Tres años después, nada hace indicar que esa cifra haya dejado de crecer.