
La investigación es el motor para conseguir que el cáncer sea una enfermedad prevenible, curable o cronificable. A lo largo de los años se ha podido avanzar en este campo alcanzando cifras de supervivencia inimaginables.
A principios de los años 80, la supervivencia a los cinco años del diagnóstico de un cáncer apenas superaba el 45%, sin embargo, hoy en día se aproxima al 65% de los casos. Esto supone que los pacientes vivos después de cinco años del diagnóstico sean 130.000 en lugar de 90.000. Los avances en los tratamientos que se han ido desarrollando en las últimas décadas han supuesto un verdadero cambio en las posibilidades de curación y en los tiempos de supervivencia de muchos tipos de cáncer.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) considera que la implantación en España de los avances en el tratamiento de esta enfermedad no puede pararse. Es por ello por lo que desde el año 2013 y con carácter mensual se emiten comunicados de prensa con la evolución histórica de los principales tumores. Según la SEOM, el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados en España en el año 2020 alcanzará los 277.394, cifra muy similar a la del año pasado. Sin embargo, es importante destacar el continuo aumento de nuevos casos en mujeres, de casi un 1% respecto a 2019, frente al descenso de la incidencia en hombres de más de medio punto. La investigación en este campo resulta crucial año a año para asegurar la supervivencia y aumentar la esperanza de vida de la sociedad. Cada enfermedad evoluciona de forma diferente y son los expertos los que desde hace muchos años van ganándole el terreno al cáncer. Por tanto, en Oncología, cada avance, por muy pequeño que pueda parecer es la suma que permite obtener resultados y cambiar la vida de muchos pacientes.
Cáncer de mama
La evolución de esta enfermedad tiene un punto de inflexión en los años 70, cuando se empezaron a obtener los primeros resultados del beneficio que se producía en las pacientes que recibían un tratamiento de quimioterapia tras la cirugía. En la década de los 80, apareció una nueva quimioterapia "antraciclinas", que mejoraba los resultados obtenidos con esquemas previos. Este tipo de cáncer aparece en más de 20.000 casos al año, pero los avances en este campo son tan relevantes que cada 1% de mejora hace que 200 mujeres menos recaigan en su enfermedad. Es el segundo tumor más diagnosticado en el mundo y el tercero en España.
Cáncer de cabeza y cuello
Se trata del séptimo cáncer más común en el mundo. Solo a nivel internacional se calculan más de 680.000 casos al año con 350.000 muertes anuales. Los avances se han observado en dos escenarios: en la enfermedad local y en la recurrente o metastásica. En el primer caso se ha evolucionado en el campo de la cirugía maxilofacial y otorrinolaringológica con técnicas de reconstrucción e injertos. Por su parte, en la enfermedad recurrente hay que estimar tratamiento quirúrgico o radioterápico de rescate en conjunción con quimioterapia o cetuximab. Hoy en día existen numerosos estudios de inmunoterapia sola y en combinación con quimioterapia.
Cáncer de cérvix
La causa fundamental que deriva en esta enfermedad que se puede prevenir es la infección por alguno de los virus oncogénicos de la familia del virus del papiloma humano (VPH). Para poder luchar contra este tipo de cáncer la mejor arma es la detección precoz. Los avances en técnicas quirúrgicas han permitido ofrecer cirugías más conservadoras, a mujeres con estadio iniciales sin factores de riesgo y/o deseo gestacional con menor morbilidad y mejor calidad de vida. El avance más importante es el beneficio en supervivencia global de 3,5 meses conseguido con la adicción del antiangiogénico bevacizumab a la combinación de quimioterapia.
Cáncer colorrectal
En España, este tipo de enfermedad será el cáncer más frecuentemente diagnosticado a lo largo de este año 2020, tanto en varones como en mujer, ya que se ha constituido como el segundo tumor más frecuente, por detrás del cáncer de próstata y el cáncer de mama. Además, se ha convertido en una causa muy importante de muerte: en el año 2018 fue la segunda causa de muerte por tumores. El factor más importante para la supervivencia es el estadio, por lo que los programas de detección precoz son imprescindibles. La supervivencia en la enfermedad metastásica, a pesar de que se ha duplicado en los últimos años, no es tan alta.
Cáncer gástrico
Se trata de un problema sanitario de primer orden. Los pacientes que debutan con estadios precoces se tratan con cirugía curativa y suelen recibir quimioterapia perioperatoria o adyuvante. No obstante, muchos de ellos recaen y cuando se detecta en estadio localmente avanzado o metastásico, el pronóstico es desfavorable, con una media de supervivencia en torno a los 12 meses. En este caso el objetivo del tratamiento es principalmente paliativo. Recientemente se descubrió que Ramucirumab es un fármaco antiangiogénico que cuando se emplea solo o asoociado a la quimioterapia aumenta la supervivencia en el tratamiento de segunda línea.
Cáncer de ovario
Esta enfermedad ya es la principal causa de muerte por tumores malignos ginecológicos en el mundo occidental. Son varios los factores que influyen en la alta mortalidad de esta neoplasia, pero el más determinante es que la mayoría de pacientes se diagnostican en estadios avanzados de la enfermedad debido a la dificultad en el diagnóstico precoz. Actualmente se conoce que es una enfermedad heterogénea y que existen cuatro subtipos histológicos que se comportan de forma distinta, tanto en frecuencia como en conducta. El tratamiento estándar avanzado consiste en la realización de una cirugía con el máximo esfuerzo citorreductor.
Cáncer de páncreas
Es el noveno tumor en frecuencia en España y, debido a su alta letalidad, supone la tercera causa de muerte por cáncer. Se ha observado un incremento en la incidencia de esta enfermedad, posiblemente debido al envejecimiento poblacional, al aumento en la prevalencia de obesidad y a otros factores. Uno de los aspectos más novedosos ha sido el reconocimiento del impacto del microambiente tumoral, especialmente el del tejido estromal. También se han logrado grandes avances en el campo de la inmuno-oncología. Aunque las mejoras son discretas, están produciendo un beneficio muy significativo en la supervivencia y la calidad de vida.
Es el segundo cáncer más frecuentemente diagnosticado con más de 30.000 nuevos casos al año en España. Actualmente, la gran mayoría de veces se diagnostica en estadios iniciales, mientras que solo el 5-10% corresponde a casos avanzados. En cuanto a los primeros tipos, es curable mediante técnicas actuales de cirugía y radioterapia. No obstante, en algunos casos los pacientes presentan metástasis y el objetivo del tratamiento pasa a prolongar la supervivencia. Nuevos estudios han confirmado el valor del tratamiento tanto de quimioterapia como abiraterona en combinación con la deprivación androgénica en pacientes con metástasis.
Cáncer de pulmón
Es el tumor con más alta incidencia y el que provoca el mayor número de muertes en el mundo. En su prevención es fundamental el cese del tabaquismo. La incidencia estimada de este cáncer en 2015 fue de 28.347 casos anuales y se estima que para el año 2025 sea de un 20% más. Sin embargo, el diagnóstico es cada vez más preciso, mejorando su estadificación con la incorporación de recientes técnicas endoscópicas y de imagen. La inmunoterapia ha demostrado en ensayos clínicos que es eficaz en cáncer de pulmón y existe un importante número de estudios en marcha para evaluar su potencial antitumoral en todos los estadios e histologías.
Cáncer de tiroides
Es un tumor raro que constituye menos del 1% de las neoplasias malignas: aparece entre 2 y 20 casos por 100.000 habitantes. Se presenta en la edad media de la vida y la incidencia de este tumor ha aumentado en los últimos años, pero la mortalidad se ha mantenido estable. La mayoría de los pacientes con este tipo de cáncer no mueren de esto. Sin embargo, se han identificado algunos factores que están relacionados con un mayor riesgo de recaída y mortalidad. Los factores pronósticos más importantes son la edad al diagnóstico, el tamaño del tumor primario y a la presencia de afectación de partes blandas y metástasis a distancia.