Con una trayectoria de más de 165 años, Pfizer es una de las compañías biomédicas de referencia a nivel mundial. Su actividad se centra en el desarrollo de terapias y vacunas innovadoras para curar y prevenir enfermedades o aliviar sus síntomas. Cuenta, por tanto, con una amplia gama de medicamentos que responden a las necesidades humanas esenciales.
Sus más de 90.000 profesionales en los más de 180 países en los que está presente trabajan en áreas relacionadas con las enfermedades cardiovasculares, infecciosas, inflamatorias, trastornos metabólicos, entre otras. Asimismo, la empresa biomédica dedica una especial atención a la oncología.
Precisamente, ésta es una de las áreas de actuación prioritaria para Pfizer. Sus soluciones terapéuticas consolidan su compromiso en el desarrollo de ciencia de vanguardia y tratamientos que supongan un valor añadido para los pacientes en el área de la oncología.
Recientemente, la empresa biomédica ha dado un paso más desarrollando dos innovadoras terapias para el abordaje de la leucemia linfoblástica aguda (LLA) y la leucemia mieloide aguda (LMA): Besponsa® (inotuzumab ozogamicina) y Mylotarg® (gemtuzumab ozogamicina), respectivamente.
Por una parte, Besponsa® está indicado para el tratamiento de pacientes con LLA recurrente o refractaria de células B positivas precursoras CD-22 con cromosoma Philadelphia negativo (Ph-), así como para LLA con cromosoma Philadelphia positivo (Ph+) trás un tratamiento previo con al menos un inhibidor de la tirosina quinasa. Su perfil de eficacia y seguridad está basado en los resultados del estudio clínico de fase III INO-VATE 1022, en el que participaron centros españoles, que evaluó Besponsa® en 326 pacientes adultos con LLA recurrente o refractaria de células B precursoras frente a la quimioterapia habitual.
En el caso de Mylotarg® (gemtuzumab ozogamicin), este medicamento está indicado para el tratamiento de pacientes mayores de 15 años con LMA CD33-positiva no tratados previamente en combinación con quimioterapia (daunorrubicina y citarabina), a excepción de aquellos que presenten leucemia promieloicítica aguda (LPA).
De esta manera, la compañía biomédica dispone ya, a escala global, de cuatro tratamientos disponibles para el abordaje de la leucemia y con una numerosa variedad de moléculas en distintas fases de desarrollo clínico, que presentan el potencial para convertirse en opciones terapéuticas que hagan frente a los tumores oncohematológicos.
No obstante, ésta no es la única novedad en materia oncológica de Pfizer. De hecho, el pasado mes de febrero, la Comisión Europea aprobó el fármaco Zirabev®, biosimilar de bevacizumab, para diferentes tipos de cáncer avanzado. Esta autorización ha hecho posible que Pfizer cuente ya con dos medicamentos biosimilares para tratamiento oncológico al alcance de los pacientes y la comunidad médica en Europa. Zirabev® se emplea para el tratamiento de diversas indicaciones oncológicas, tales como carcinoma metastásico de colon o recto, cáncer de mama metastásico, cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) avanzado no operable, metastásico o recurrente, cáncer de células renales avanzado y/o metastásico, y carcinoma de cérvix persistente, recurrente o metastásico.
Cáncer de mamá
Otra de las enfermedades con las que Pfizer está más comprometida es el cáncer de mamá –el cáncer más común entre las mujeres con casi 1,7 millones de nuevos casos diagnosticados cada año–. En el caso español, se detectan 26.370 casos de cáncer de mama al año, y a pesar de que la mayoría se diagnostican en estadios tempranos, se estima que un tercio evolucionará hacia estadios avanzados de la enfermedad –cáncer de mama metastásico–.
A esta realidad hay que añadir que se calcula que, de todos los casos diagnosticados cada año, entre el 5 por ciento y el 10 por ciento ya presenta metástasis en el diagnóstico inicial.
Sin embargo, no existe un gran conocimiento acerca de este tipo de cáncer. De hecho, según una investigación llevada a cabo en 2018 –Conocimiento del cáncer de mama metastásico por los españoles–, el 40 por ciento de la población española desconoce en qué consiste este cáncer. Asimismo, uno de los datos que más llamaron la atención sobre el desconocimiento generalizado fue que el 20 por ciento de los encuestados afirmaron que las mujeres que viven con cáncer de mama metastásico tienen una probabilidad alta o muy alta de superarlo, cuando la realidad es que esta enfermedad, a día de hoy, es incurable.
Por eso, Pfizer impulsa la campaña Una palabra. Una mujer. Una vida, presentada el pasado 13 de octubre con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama metastásico (CMm). Se trata de un diccionario, con forma de poemario ilustrado, que ha sido desarrollado en colaboración con tres poetas y tres ilustradoras. El contenido del proyecto se basa en 30 palabras y expresiones que la sociedad general suele emplear para hablar sobre la patología o para infundir ánimos a las pacientes de CMm, acompañadas de una definición que sintetiza por qué el significado es diferente para las mujeres que viven con la enfermedad. Para complementar a este diccionario, Pfizer organizó en febrero en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid una exposición para concienciar sobre el cáncer de mama metastásico.
En este sentido, la doctora Noelia Martínez, oncóloga médica especialista en cáncer de mama del Hospital Universitario Ramón y Cajal, explica que "la mayor parte de la comunicación actual se centra en mensajes positivos sobre la superación del cáncer de mama, pero nunca mencionan la cara más complicada de la enfermedad".
Asimismo, Martínez añade que "muchas mujeres que viven con cáncer de mama metastásico nos comentan en las consultas que no se sienten reconocidas en las campañas y en la información que se difunde sobre la enfermedad, porque el foco siempre es el cáncer de mama, pero de la fase avanzada no se menciona nada, y las diferencias son muy grandes".
Pfizer se esfuerza, con ésta y con otras muchas iniciativas, para mejorar la calidad de vida de las personas. La empresa biomédica se esfuerza sus medicamentos estén a disposición de los pacientes y de los profesionales sanitarios, ajustándose a los más altos estándares de calidad y seguridad.