
España registró en 2021 una recuperación histórica de la licitación y la contratación de obra pública tras un 2020 en el que, por el contrario, la pandemia hundió las cifras a mínimos desde 2014, con poco más de 7.000 millones de euros adjudicados, casi 4.000 millones menos que en 2019. En el último ejercicio se contrataron un total de 12.022 millones, lo que representa un incremento del 67,4% con respecto al volumen registrado en 2020. Mientras, la licitación pública se disparó un 68%, hasta 23.647 millones. El año 2022 ha continuado con la senda de recuperación, si bien el contexto inflacionista, con los precios de los materiales de construcción multiplicados y con dificultades en la cadena de suministro, amenaza con detener la tendencia.
De los más de 12.000 millones de obras públicas que se adjudicaron en España en 2021, la obra civil representó casi dos terceras partes, con 7.565 millones, cifra que implica un ascenso del 68,6% en relación al nivel de 2020, según los datos recabados por Seopan. Mientras, la edificación acaparó 4.456 millones de euros, con un incremento del 65,4%.
Por Administraciones Públicas, el reparto de los contratos es prácticamente equitativo, con un peso ligeramente más destacado para el Estado, con 4.227 millones, equivalentes al 35,2% del total, si bien el aumento fue más moderado que en el caso de las corporaciones autonómicas y locales. En concreto, las Comunidades Autónomas resolvieron concursos de obras por un importe de 4.189 millones, con un alza del 85,1% frente al nivel de 2020. Destacó el comportamiento de la edificación, con 1.845 millones, un 112,5% más. Mientras, las Administraciones Locales (ayuntamientos, diputaciones o cabildos) adjudicaron 3.605 millones de euros, el 30% del total. En su caso, el incremento se situó en el 56,2%.
En cuanto a la licitación pública, batió en 2021 sus máximos desde 2011. Se situó en 23.647 millones de euros, con un incremento del 68% con respecto a 2020, cuando la pandemia provocó la parálisis de multitud de concursos. Sobresale la evolución del Estado, con 7.914 millones licitados, un 153,4% más. El nivel de licitación es esperanzador para las constructoras de cara a insuflar aire a sus carteras de contratación nacional para los próximos años. Se trata además de un crecimiento sin precedentes en la historia reciente de España que intensifica la tendencia iniciada en 2016 de recuperación sostenida –interrumpida por el Covid-19 en 2020– del volumen de inversión medio tras el desplome provocado durante la anterior crisis. Seis años atrás, aún maniatados desde Bruselas por del déficit público, la licitación pública apenas superó los 9.300 millones.
La licitación de obra pública alcanza sus máximos desde 2011 con 23.647 millones de euros
Detrás de este histórico aumento está, por un lado, la retracción de 2020 ya mencionada que minoró la base sobre la que recuperar la senda alcista. En segundo lugar, con una incidencia mayor si cabe, los Fondos Next Generation de la Unión Europea. No directamente, porque los proyectos que ya cuentan con la aprobación para ser financiados por esta vía aún son escasos, pero sí de manera indirecta. Porque la expectativa ante los fondos, con una inversión de más de 70.000 millones, está propiciando que la prudencia en la ejecución presupuestaria de las Administraciones esté ahora más flexibilizada. Hay un tercer factor, no menor, que es la importante subida presupuestaria para 2021 del Ministerio de Transportes, el mayor licitador de España. Se elevó un 53% con respecto a 2020, hasta 16.664 millones.