
Lantania prevé aumentar sus ingresos un 16% en 2025, hasta alcanzar los 454 millones de euros, y el ebitda (resultado bruto de explotación) un 8%, hasta 14,1 millones, récords históricos de la compañía, que cumple ocho años de vida en el presente ejercicio. Asimismo, proyecta superar los 550 millones de contratación y consolidar así su cartera por encima de los 1.000 millones, cifra que rebasó por primera vez en 2024. Entre los contratos inminentes sobresale una nueva desaladora de 600.000 metros cúbicos de capacidad en Arabia Saudí que le reportará un volumen cercano a los 200 millones.
Con estas previsiones, la constructora confía en cumplir los objetivos que se marcó para 2026, con un ebitda de 25 millones y una cifra de negocios de 500 millones. Un punto de partida sobre el que ya está preparando un nuevo plan estratégico para el periodo 2026-2030 en el que la prioridad discurrirá por aumentar la rentabilidad.
Entretanto, ha suspendido el proceso para dar entrada a un socio en su plataforma de energías renovables debido a las incertidumbres en el mercado y analiza opciones para su división de agua, aunque no hay ningún proceso formal en marcha. Lantania desarrollará por ahora los proyectos en solitario. Espera para las próximas semanas la licencia de obras para dos plantas solares en Valladolid de 6 MW con la vista en su futura hibridación. En total cuenta con 12 proyectos de MW, de los que cinco se ubican en la provincia de Valladolid, cinco en Madrid y dos en Tordera (Barcelona). Adicionalmente la compañía está posicionada con más de 400 MW para las futuras subastas, de los 180 MW son eólicos, 150 MW fotovoltaicos y 85 MW de baterías.
Lantania se quedó por debajo de las previsiones en 2024 en términos de ingresos y ebitda (resultado bruto de explotación) debido al impacto latente de la subida de los costes de los materiales de construcción y de la mano de obra y a la demora en la puesta en marcha de algunos proyectos de agua a los que ha destinado gran parte de sus esfuerzos inversores. Cerró el año con una cifra de negocios de 393 millones, un 5% más que en 2023, pero por debajo de los 420 millones estimados. Asimismo, fijó su ebitda en 13,1 millones, frente a los 14,4 millones previstos.
En el primer semestre, generó 194 millones, un 12,8% más que en el mismo periodo de 2024, con un ebitda de 5,8 millones (+3,6%) La contratación, creció el 7,1%, hasta 407 millones, por lo que espera rebasar ampliamente los 550 millones marcados para 2025, máxime con la desaladora de Arabia Saudí referida.
Tras conseguir la dimensión pretendida en el actual ciclo estratégico, Lantania centrará su nuevo plan a 2030 en elevar la rentabilidad. En 2024, la ratio de ebitda sobre ingresos se situó en el 3,3% y para 2025 se diluirá presumiblemente al 3,1%, escalando ya en 2026 al 5% gracias a los proyectos de agua, más alienado con los promedios del sector.
Lantania continúa con su internacionalización y tras entrar este año en Italia, Macedonia del Norte y Túnez ya está presente en 15 países. El 52% de su contratación ya lo consigue en el exterior y en 2026 también lo harán los ingresos. De igual modo, el peso de la contratación pública continúa cayendo:en 2024 supuso el 40% de la contratación este año el 30%.
El grupo prosigue, asimismo, abierto a compras y espera retomar el reparto de dividendos. En 2024, rozó el millón de euros de beneficio y en 2025 prevé triplicarlo.