
Cuando abrió Isla Mágica en 1997 Guillermo Cruz García ya estaba allí. La estabilidad, con una velocidad de crucero de unos 850.000 visitantes y un negocio por encima de los 20 millones de euros que deja beneficios, es la nota que caracteriza al parque de atracciones del grupo Looping en la capital sevillana. Una instalación atípica entre las de su sector, enclavadas en el corazón de un parque empresarial y tecnológico y con limitaciones de espacio que condicionan su crecimiento.
¿Qué previsiones tienen para esta temporada?
Hemos tenido un inicio de temporada irregular por la meteorología, con un arranque de la primavera muy lluvioso que además ha coincidido con fin de semana. Pero lo que esperamos es una temporada dentro de los márgenes de estabilidad en la que han transcurrido las últimas y en consonancia con la evolución positiva del sector turístico en Sevilla y con el sector del ocio en general.
¿Van a crecer?
La previsión es seguir creciendo, pero de forma muy moderada, tanto en afluencia de visitantes al parque como en ingresos. Y nos influyen variables que no dependen de nosotros, como el dinero que las familias pueden destinar al ocio y también la meteorología. Hemos mantenido precios, dentro del sistema de tarifas variables adoptado ya hace algún tiempo, y que premia la antelación en la adquisición de entradas y también los días menos demanda, para intentar empujar algún valle .Pero básicamente los precios se mantienen, y el usuario no va a notar ninguna diferencia.
¿Físicamente hay posibilidades de que el parque gane espacio para nuevas atracciones?
La concesión no ha crecido, pero hemos trabajado para restar algo de espacio a uno de los parking y ampliar el parque acuático, donde pretendemos aumentar el confort y aumentar la oferta, espacialmente la infantil. Ese parking se llenaba pocos días, así que habitualmente estimamos que seguirá habiendo espacio disponible para aparcar y ganamos espacio en una de las zonas de más atractivo en los últimos años, como es AquaMágica. Vamos a abrir la zona acuática el día 31 aunque la ampliación va a comenzar a funcionar algunos días más tarde.
¿Y será posible aumentar la concesión y ganar más espacio?
Hemos tenido algunos contactos pero no hay nada que podamos decir en este sentido de momento. Aunque es cierto que podemos estar interesados y creo que siempre podemos llegar a un acuerdo.
Esto también limita su capacidad de ofrecer novedades
Siempre hay novedades. Este año en la zona acuática, donde estrenaremos nuevas atracciones y espacios. Antes estrenamos el globo, la Nao Vigía, del que pueden disfrutar tanto las personas que están en el parque con su entrada como otras que sólo entran para montar en esta atracción. En invierno, cuando la meteorología lo ha permitido, ha funcionado el globo incluso con el parque cerrado.
Un buen termómetro de las ganas que hay en Sevilla de Isla Mágica es la venta de pases de temporada. ¿Cómo ha ido?
Hemos superado los 20.000 pases, con lo que podemos afirmar que ha ido incluso mejor que el año pasado. Hemos ampliado las modalidades de abono de temporada, y aún hay disponibles algunos de los nuevos. Sólo podemos manifestar nuestro agradecimiento a los abonados por su fidelidad.
Desde la pandemia han logrado estabilizarse en torno a los 20 millones de euros de cifra de negocio y los 800.000 - 850.000 visitantes. ¿Esperan mejorar esas cifras?
Desde hace años la cuenta de resultados es positiva temporada tras temporada, y es cierto que estamos estabilizados en cuanto a número de visitantes. Para poder crecer estamos condicionados por la capacidad de nuestras instalaciones. Esa estabilidad también está en la parte empresarial, con Looping como máximo accionista y con otras participaciones minoritarias.
¿Cuánto de Guillermo Cruz hay en lo que hoy es Isla Mágica?
Yo soy director general desde que entró Looping, hace ya prácticamente una década, pero llevo implicado profesionalmente en el parque desde antes de que abriese en 1997. He abierto el parque ya 29 temporadas, y estamos pensando ya en celebrar de alguna especial los 30 años de Isla Mágica. Es cierto que este parque lo siento un poco como una obra personal, pero no sólo mía, sino de buena parte de la plantilla que lleva también muchos años y que hace un trabajo excelente.