
Comsa se asienta en números negros y eleva sus beneficios hasta los 7,5 millones de euros. La firma de infraestructuras va prácticamente un año por delante de su plan estratégico y logra incrementar un 38% sus ganancias frente a las cifras de 2023. La empresa se queda a las puertas de los 1.000 millones de euros en ventas, con una facturación de 987 millones.
La organización controlada por las familias Miarnau (74%) y Sumarroca (26%) presume de una cartera de pedidos superior a los 2.000 millones de euros. Especial relevancia dan al impulso internacional logrado. La firma ya consigue una facturación de 283 millones fuera de España, especialmente entre Latinoamérica y Europa. Por ejemplo, destacan la renovación de la Línea 1 del Metro de Ciudad de México, el mantenimiento de la Línea 2 del Metro de Lima en Perú o la expansión de las líneas amarilla y verde del Metro de Lisboa.
Por divisiones, Infraestructuras se consolida como el motor de crecimiento del grupo con una facturación de 636 millones. Por otra parte, el negocio de Ingeniería Industrial facturó 210 millones de euros en 2024, el de Mantenimiento y Servicios, 115 millones; y GMF, la empresa del grupo especializada en mantenimiento de material rodante ferroviario, 23 millones.
Comsa cerrará el año con una deuda corporativa de 24 millones de euros. A lo largo de este ejercicio está previsto que se siente con la banca para refinanciar este tramo de pasivo como los avales necesarios para presentarse a concurso y líneas de circulante utilizadas durante el día a día de la operativa.
En paralelo, ya ha aprobado el nuevo plan estratégico 2026-2030 con el que pretende alcanzar unos niveles de rentabilidad del 5% frente al 4% que se mueve en la actualidad. Para ello, buscará crecer en proyectos más rentables en geografías en las que ya tiene presencia, como España, México, Colombia, Brasil o Portugal.