
El número de plazas en residencias para personas mayores en España descendió hasta las 395.065 en 2024, lo que supone 3.510 menos que el año anterior, siendo la primera vez que se registra un descenso interanual en los últimos diez años (desde 2014), según un informe publicado este martes por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.
Según este informe, la comunidad gallega se sitúa como la cuarta, tras Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña, con un mayor déficit en plazas de residencias de mayores. En concreto, se precisa que Galicia tiene un déficit de 13.850 plazas residenciales para alcanzar la ratio de 5 por cada 100 personas de 65 años.
Además, sitúa en el 75,4% la ocupación media de las plazas residenciales frente a un 84,1% de media en España. Sobre el tamaño de los centros en la región, el estudio apunta a una dotación de 75,9 plazas, algo superior al promedio estatal (72,9 plazas).
En cuanto a la financiación de las 22.096 plazas residenciales para mayores en Galicia, concreta que del 75,4% (16.666) es de origen público y de las 5.430 restantes (el 24,6%) es privada.
En el plano general, el estudio advierte de que el déficit de plazas residenciales para personas mayores en España sigue aumentando tras la pandemia. En concreto, revela que en los tres años posteriores a la pandemia (2021, 2022 y 2023) han aumentado en 6.031 las plazas residenciales, mientras que la población mayor de 65 años se ha incrementado en más de 600.000 personas en esos mismos años.
Según el informe, serían necesarias 89.324 plazas residenciales para alcanzar cinco plazas por cada 100 personas mayores de 65 años; y al menos 35.000 plazas para atender la demanda actual de personas en Dependencia Severa o Grandes Dependientes.
Listas de espera
En concreto, citando datos del IMSERSO, hay en lista de espera 34.622 personas con Grado II y 17.420 con Grado III, además de 65.602 pendientes de valorar, que previsiblemente obtendrán uno de esos grados, y 15.732 de estos grados con prestación no efectiva, lo que eleva el número hasta las 133.376 personas.
De ellas, según los autores del informe, un 35% de grado III y un 22% de grado II demandaría un servicio residencial en plaza pública, concertada o en prestación económica vinculada a ese servicio. De ahí la estimación de que serían necesarias unas 35.000 plazas residenciales solo para atender la demanda de la lista de espera de la dependencia.
El estudio también señala que los datos indican un retroceso del sector residencial en 2023, tanto en el número absoluto de plazas como en el índice de cobertura, que es el más bajo de toda la serie desde 2010. Así, la ocupación total alcanza el 84,1% de las plazas (332.431 personas usuarias).
Exceso de plazas
Por comunidades, el análisis indica que aquellas con mayor déficit de plazas son Andalucía y la Comunidad Valencia, con 35.857 y 24.801, respectivamente. Entre las dos suponen más de las tres cuartas partes del déficit (67,9%). En el caso de Cataluña, el estudio señala un déficit de 14.428 plazas, y en Galicia, de 13.850 plazas.
Mientras, en seis comunidades hay un exceso de plazas, destacando Castilla y León, con 17.234. Por su parte, Navarra, Cantabria y La Rioja son las comunidades con mayor equilibrio en su ratio de plazas por personas mayores de 65 años, según añade.
Pòr último, el estudio destaca que 7 de cada 10 plazas residenciales de mayores son de financiación pública (el 69,6% de 275.094 del total), frente a las 119.971 exclusivamente privadas. Esta cifra incluye plazas en centros públicos, plazas concertadas en centros privados y plazas que se financian con la prestación vinculada al servicio.