
ACS ha detallado sus planes de crecimiento en el negocio de los centros de datos en los que ya tiene varias iniciativas en desarrollo en los que prevé destinar de 3.300 millones de euros de capital para hacer frente a unas inversiones (capex) conjuntas de 8.900 millones de euros. Estos proyectos, para los que ya tiene los terrenos y obras iniciadas, suman una capacidad de 1,1 GW y se ubican en España (278 MW), Australia (220 MW), Estados Unidos (300 MW) y Chile (300 MW). Además, el grupo tiene una cartera potencial adicional de 4 GW en regiones clave.
El segmento de los centros de datos se erige en la gran apuesta inversora de ACS para los próximos años. En el plan estratégico que presentó en primavera ya detalló que preveía inversiones de entre 1.000 y 2.000 millones de euros. Los 3.300 millones referidos, por tanto, ya superarían ampliamente dicha estimación. El grupo ha identificado oportunidades en el horizonte 2029 por un valor de 284.500 millones de euros.
La estadounidense Turner y la australiana Pacific Partnership emergen como los principales impulsores de centros de datos del grupo para Estados Unidos y Asia y Australia, respectivamente. La compañía que preside Florentino Pérez decidió hace unos meses crear una filial de Turner en Europa para replicar su modelo y en julio acordó la compra de la irlandesa Dornan para potenciar esta apuesta que tiene ya un claro reflejo en sus cifras.
ACS elevó un 15,5% su cartera entre enero y septiembre, hasta 86.555 millones de euros, después de sellar adjudicaciones en el año por más de 40.000 millones de euros (+16,1%). Alrededor del 50% de las adjudicaciones provienen de mercados de infraestructuras de nueva generación impulsadas por el fuerte crecimiento en el segmento de infraestructura digital, con importantes contratos de centros de datos en todas las regiones.
Los nueve primeros meses del año arrojan para ACS un crecimiento de su beneficio neto atribuible del 5%, hasta 605 millones de euros. Este avance se sostiene fundamentalmente en la positiva evolución de Turner, que compensó la menor contribución de Abertis, afectado por la aplicación de la tasa fiscal sobre concesiones de infraestructuras en Francia y la incorporación de los nuevos activos recientemente adquiridos.
El beneficio ordinario fue de 489 millones de euros, un 13,6% superior a hace un año, una vez excluidos los elementos extraordinarios del ejercicio: la terminación de su contrato en la autopista SH-288 de Texas (Estados Unidos), la plusvalía contable en Cimic y los derivados suscritos sobre sus propias acciones.
Turner contribuyó con 221 millones de euros al beneficio, un 48% más que hace un año, la australiana Cimic con 149 millones (+3,8%), Dragados con 96 millones (+5,1%), Hochtief con 23 millones (+27,1%), Abertis con 140 millones (-8,5%) e Iridium con otros 11 millones (-44,7%). El resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 1.679 millones de euros, un 17,9% más que el año anterior.
Mientras, la deuda se situó en 2.400 millones de euros, frente a los 590 millones de septiembre de 2023. Este incremento de 1.810 millones responde a la consolidación de la deuda de la minera australiana Thiess, por 1.120 millones, tras alcanzar el 60% de su capital.