
Es una de las actuaciones más demandadas por los municipios extremeños ubicados en la margen derecha del río Guadiana. No obstante, llevan más de 30 años aguardando su ejecución, que se ha retrasado en numerosas ocasiones debido a cambios de normativa y falta de presupuesto. Pero tras más de tres décadas de espera, el Ministerio para la Transición Ecológica adjudicó por fin el pasado mes de abril la contratación de las obras para el trasvase entre las cuencas de los ríos Pizarroso, Alcollarín y Búrdalo, en las localidades cacereñas de Abertura, Alcollarín, Escurial y Zorita.
El presupuesto de los trabajos ha quedado fijado en 96,9 millones de euros, una de las licitaciones de obra hidráulica más elevada de los últimos años, y ha sido adjudicado en segunda ronda, puesto que la primera quedó desierta al no presentarse ninguna oferta para su realización por un total de 74,4 millones de euros. Según el Miteco, el aumento de la partida económica responde a una circunstancia "absolutamente excepcional" motivada por el considerable incremento de los precios de las materias primas, los materiales y la energía en los últimos años como consecuencia de la pandemia de la Covid y de la guerra de Ucrania.
La obra incrementará notablemente la capacidad de regulación en la demarcación hidrográfica del Guadiana y será especialmente beneficiosa para la agricultura, ya que permitirá asegurar los regadíos tanto de la zona centro como del Canal de las Dehesas, así como gestionar de forma más eficiente las épocas en las que se genera excedente de agua evitando inundaciones en las poblaciones ribereñas.
El proyecto contempla construir una acequia entre las presas de Sierra Brava y Búrdalo, en el centro de la región, que permita dar continuidad al canal que conecta las presas de García de Sola y Sierra Brava. Gracias a esta obra se podría completar el complejo hidráulico de Las Dehesas, una iniciativa hídrica considerada de interés general que ha sido diseñada con el objetivo de transformar en regadío 32.600 hectáreas de las provincias de Cáceres y Badajoz y, en invierno, facilitar el trasvase entre las cuencas de los afluentes del río Guadiana para aprovechar una superficie superior a los 1000 kilómetros cuadrados.
La infraestructura tendrá una longitud de 36 kilómetros, una capacidad hidráulica de 15 metros cúbicos por segundo y un plazo de ejecución de 45 meses. Aunque en la mayor parte de su trazado las secciones serán abiertas, algunos tramos -como el del cruce del arroyo de Los Pozos- se llevarán a cabo mediante un acueducto, y también se han proyectado cuatro túneles para salvar dos divisorias -Pizarroso-Alcollarín y Alcollarín-Búrdalo- y resolver el paso de la central solar de Campo Lugar -dos túneles más-.
Caudal ecológico
El proyecto incluye también medidas correctoras de impacto ambiental para conocer los efectos que tiene el eje vertebrador, mediante el cual las aguas de la zona se podrán recoger íntegramente. Entre los efectos favorables que tendrá esta actuación en el entorno se encuentran el refuerzo del canal de Orellana y el aprovechamiento adecuado del agua de las cuencas.
La mejora de la regulación permitirá hacer más eficiente el uso del agua disponible, garantizando además el caudal ecológico en las cuencas deficitarias y contribuyendo a evitar las inundaciones provocadas por los episodios de fuertes lluvias. La mejor regulación de las cuencas permitirá, además, disponer de más cantidad de agua, que a su vez propiciará una mejor calidad del recurso en caso de sequía, especialmente en las cuencas deficitarias.