
Arcadio Gil se presenta a las elecciones para presidir la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil que se celebrarán el próximo 12 de diciembre. Gil, consejero delegado de LaSBA y con una dilatada trayectoria en el sector de las infraestructuras, plantará cara a quien ha sido presidente durante los últimos cuatro años, José Trigueros, con el objetivo de promover más actividades y defender más al ingeniero.
¿Por qué se presenta a las elecciones para presidir la Asociación?
Había estado en la junta directiva anteriormente –Vicent Esteban Chapapría de presidente– y nos parece que es nuestra obligación cívica presentarnos poque pensamos que la actual junta ha dejado la Asociación un poco abandonada y necesita una revitalización importante.
¿Con qué equipo cuenta?
Tenemos un equipo diverso, con compañeros de diferentes promociones, escuelas y trayectoria profesional, de la Administración, de la enseñanza, de la profesión libre, de las ingenierías... Tenemos personas relativamente jóvenes para no separarnos de las nuevas promociones;yo soy el mayor. Me acompañan personalidades como Montserrat Zamorano, vicerrectora de la Universidad de Granada, Rita Ruiz, gran experta del patrimonio de obra pública, Víctor Gómez Frías, doctor en Economía de la empresa por la École Polytechnique, o José Romo, CEO de Fhecor Ingenieros Consultores.
¿Qué papel juega la Asociación frente al Colegio de Ingenieros de Caminos?
La diferencia entre las dos es el carácter jurídico. El Colegio es una entidad de derecho público que tiene la misión de regular el ejercicio de la profesión desde el punto de vista administrativo y tiene el derecho y el deber de conceder los visados de los trabajos profesionales. Mientras, la Asociación es una entidad de ámbito privado, de libre adscripción, que organiza actividades de todo tipo de difusión y de conocimiento de la ingeniería civil. La Asociacion forma parte del Instituto de la Ingeniería y tiene la particularidad también de que manteine la mayoría de las relaciones en el extranjero.
¿Cuál es el principal reto que afrontan hoy ingenierías e ingenieros?
Los sistemas de contratación de los servicios de ingeniería por parte de las Administraciones, que de una forma persistente priman el precio como si no fueran un servicio intelectual sino una prestación de bienes. La defensa de este aspecto redunda en la protección del ingeniero, que es el foco de la Asociación.
Pero hay Administraciones que han corregido los pliegos dando más peso a la parte técnica que al precio.
La situación es mejor que la que había hace diez años, pero está lejos de la que debería ser. Las subastas electrónicas prácticamente han desaparecido, pero siguen sin valorarse las adjudicaciones por criterios económicos más allá del 40-50%. Uno de los compromisos de nuestra candidatura para la Asociación es que es en los primeros cien días encargaremos un estudio para poder ofrecer a la Administracion un documento independiente que plasme los sistemas de contratación en otros países europeos, que hace mucho tiempo que huyeron de este tipo de sistemas.
¿Qué proporción deben tener las ofertas económica y técnica?
Llegamos a pensar que ni siquiera deberían ser tenidas en cuenta las cuestiones económicas. La situación actual a lo que lleva es a una calidad de servicio inferior.
¿Qué más proponen?
Más actividades, más dinamismo. Realmente pensamos que iniciativas que habíamos tomado en la etapa anterior se han dejado sin realizar o con un nivel muy bajo. La Asociación presenta un informe de infraestructuras que debería ser bianual y lo han hecho cuatrianual sin ampliar contenido ni metodología. Tenemos un programa de localización geográfica de las grandes obras de ingeniería en el territorio y ha estado paralizado cuatro años, y puede tener un desarrollo extraordinario. Queremos impulsar mesas de debate sobre los diferentes temas que afectan incluso a la opinión pública. Esta Asociación es de libre adscripción y cuando la actividad afloja el número de socios tiende a descender. Ha bajado en más del 10%. Hay 2.900 socios y en España hay alrededor de 35.000 ingenieros de Caminos y 28.000 colegiados.