La vida de Kim Basinger está llena de altibajos y convulsión. Despuntó desde los años 80 como mito erótico, y fue la actriz que puso cara al concepto de "sex symbol" en España.
Su tumultuosa vida sentimental favoreció continuar la leyenda de su poder erótico, que se amplificó con su relación con el cantante Prince cuando todavía estaba casada.
Según relata el diario El País, mientras estuvo vinculada a Prince no se puso límites, y nunca ha desmentido los rumores que atribuyen a ella y al cantante los gemidos sexuales que incluye el tema de Prince "Scandalous sex suite".
En los años 90, la producción "Ella siempre dice sí" la unió a Alec Baldwin, que se convertiría en su marido durante años. Basinger estaba encontes en la cresta de la ola, y la historia entre los actores en pleno rodaje dio mucho que hablar durante el proceso de filmación.
Su fortuna no paraba de crecer, y la invirtió en comprar un pueblo entero de Georgia, donde planeaba crear un parque temático sobre Hollywood que nunca llegó a hacerse realidad.
El declive de Basinger comenzó, y la ruptura de su contrato al cambiar de opinión sobre protagonizar una película le hizo pagar una altísima multa. Tuvo que malvender el pueblo que había comprado, y se retiró del cine un tiempo.
Fue resolviendo sus problemas económicos con anuncios como el que rodó para Freixenet de Navidad, ya que estaba en bancarrota y el cine había dejado de llamar a su puerta ante el ascenso de otras figuras.
Llegó su 'revival' con el filme 'L.A. Confidential', que le brindó el único Oscar de su carrera y el aplauso de público y crítica. Hollywood bendijo su vuelta prometiéndole una segunda oportunidad que nunca fue.
Tras este momento dulce, el divorcio con Alec Baldwin fracturó su vida personal y pasó a los anales de la historia de Hollywood como uno de los más complejos y millonarios. La pareja había tenido una hija, Ireland, que en la actualidad es modelo y ha protagonizado diversos escándalos por su cacareada homosexualidad.
A sus 60 años, el mito erótico asegura que ha encontrado un espacio de paz y se vuelca ahora en ayudar a su hija, que ha ingresado en un centro de rehabilitación por "traumas emocionales". Tras años de litigio, Alec Baldwin se ha unido a la causa para sacar adelante a Irelanda, reconciliándose también con la que fue su esposa durante más de una década.
