Industria

Altri cree que el aval ambiental de la Xunta para su proyecto en Palas encarrila la consecución de los fondos que dependen del Gobierno

Infografía del proyecto de fábrica de Altri.
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El Gobierno gallego ha determinado que Greenfiber, la sociedad conjunta de la papelera portuguesa Altri y la energética gallega Greenalia, cuenta ya con el permiso de la Xunta para seguir adelante con su proyecto para construir una fábrica de celulosa y fibras textiles en el concello lucense de Palas de Rei (Lugo). Con todo, el complejo y sus infraestructuras asociadas se extenderán también a los municipios limítrofes de Melide y Santiso ( A Coruña) y Agolada (Pontevedra).

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica el anuncio este viernes y el informe refleja que se formula la declaración de impacto ambiental para el proyecto "estratégico" de la industria de fibra textil a base de celulosa, aunque condicionada al cumplimiento de algunos requisitos exigidos por los distintos departamentos técnicos, pero sobre todo a que cree una nueva subestación eléctrico que debe autorizar el Ministerio para la Transición Ecológica.

El proyecto, sobre el que los populares y la Xunta han defendido reiteradamente que "decidirían los técnicos", ha estado marcado por la contestación social y fuertes críticas de otras fuerzas políticas. De esta forma, se concluye que el proyecto es "ambientalmente viable" siempre que se cumplan, además de lo recogido en el estudio del impacto ambiental y la restante documentación evaluada, "lo condicionado y el programa de vigilancia ambiental" que figura en el mismo informe.

La conselleiras de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, comparecieron para subrayar que este trabajo se ha realizado, así que el proyecto "está prácticamente en manos del Gobierno central" y de que autorice el refuerzo del suministro eléctrico, señaló Lorenzana, antes de apostillar que "una fábrica no puede funcionar si no se puede enchufar".

El permiso ambiental otorgado por la Xunta opera bajo una serie de condicionantes que obligan a la futura fábrica a emplear tecnologías avanzadas para el uso del agua , con un sistema de captación que garantiza un caudal máximo de 46.000 m³ diarios extraídos del embalse de Portodemouros. La obra de toma consistirá en una estructura flotante sobre la cual se instalarán las motobombas que eleven el caudal del embalse de Portodemouros hasta la estación de bombeo que se localiza en tierra firme.

Las condiciones obligan a la pastera lusa a implantar estaciones de tratamiento para las aguas residuales generadas para la fase de construcción y de explotación. La resolución indica que las aguas residuales generadas durante la explotación de la planta, se tratarán en una estación de tratamiento de aguas residuales industriales (ETARI) con un caudal de vertido de 30.000 m³/día. Las aguas residuales de tipo sanitarias se tratarán en una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) con una capacidad de 50 m³/día.

Alegaciones

En la resolución, el Ejecutivo autonómico explica, además que esta declaración de impacto ambiental no exime al promotor del deber de obtener todas las autorizaciones, licencias, permisos o informes que sean legalmente exigibles para la ejecución y/o funcionamiento del proyecto.

Por otra parte, Vázquez y Lorenzana explicaron que todavía quedan algunos obstáculos a sortear para que complejo de Greenfiber empiece a ser construido. Entre ellos figura la ordenación de las 27.100 alegaciones presentadas en la fase de exposición pública, pero sobre todo las 6.500 que pidieron ser reconocidas por parte interesada en el proyecto.

Uno de los trámites pendientes que revisten mayor dificultad es le referido a la declaración de la planta de Palas como proyecto industrial estratégico (PIE), algo que corresponde al Consello de la Xunta y que permitiría acelerar la construcción del complejo.

No obstante, Lorenzana advirtió de que dicha declaración "no se podrá producir si no se ha construido, o al menos autorizado y comprometido, la subestación eléctrica de alimentación a Greenfiber y poder simultanear las obras" de la red con las del complejo industrial.

Por su parte, Greenfiber ya ha iniciado los trámites con el Ministerio de Industria para obtener una ayuda directa de 250 millones destinada a la construcción de la fábrica de pasta de celulosa y liocel en Palas de Rei, pues la empresa promotora ha reiterado que el proyecto está condicionado a la obtención de fondos públicos para asegurar la viabilidad económica del mismo.

Impacto económico

En este sentido, la pastera lusa considera que el aval ambiental concedido por la Xunta encarrila dicha consecución de fondos europeos. Después de conocerse el informe en el que la Xunta da el visto bueno al proyecto desde el punto de vista medioambiental, el CEO de la pastera portuguesa, José Pina, ha subrayado que superar el trámite a nivel autonómico supone un avance para lograr los fondos comunitarios, a los que fían que el proyecto 'Gamma' se lleve a cabo finalmente.

Al respecto, Pina avanzó que "nosotros estamos tranquilos", porque "desde el Gobierno de España ya se ha trasladado que no tendrán problema para acceder a estos fondos europeos aquellos proyectos que cumplan rigurosamente con los requisitos en materia ambiental", dijo el máximo responsable de la multinacional lusa.

El directivo portugués incide en que el proyecto 'Gama' "ya cumplía inicialmente con todas las disposiciones legales aplicables e incluso las mejoraba en muchos parámetros", pero que han "demostrado" durante la tramitación que están "dispuestos a ir mas allá" con "mejoras" en materia de "medición y control y los planes de protección y recuperación de especies protegidas y paisajísticos.

En esta línea, reitera Pina las cifras defendidas por parte de los promotores de la iniciativa empresarial, que prometen crear al menos 2.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos" y generar un impacto económico de casi 9.000 millones en los próximos 20 años. Defiende hacer de España un "referente global en modo responsable y economía circular" y reducir la dependencia de Europa de la importación de fibras textiles.

Reacciones

Por lo demás, no se han hecho esperar las primeras reacciones ante la decisión de la Xunta de conceder el permiso ambiental al proyecto de la pastera lusa desde donde BNG y Sumar advierten que continuarán contestando el desarrollo de la iniciativa industrial y buscarán pararla.

"Ganaremos esta batalla con la fuerza de este país, que ni se vende ni se rinde. Altri no, Galiza sí", ha publicado en un mensaje publicado en su cuenta de 'X' la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que atenderá a los medios en la mañana de este viernes desde Vigo.

También se han posicionado en contra de la decisión de la Xunta en Sumar, cuya portavoz en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, ha acusado al PP de "traicionar la mayor movilización social en el territorio desde el Prestige", dijo. Así, acusa a Rueda "de vender a Galicia a la multinacional Altri.

Martínez barbero habla de la traición del PP ante la mayor movilización social en el territorio desde el Prestige. La gente ha hablado, Altri non. Desde Sumar, llevaremos a cabo todas las acciones necesarias para parar esta barbarie medioambiental", ha escrito Martínez Barbero en la red social 'BlueSky'.

Por su parte, el alcalde de Palas de Rei (Lugo), el popular Pablo Taboada, ha ratificado que, una vez que el proyecto de Altri para la localidad cuenta con informes favorables y ha recibido la autorización ambiental por parte de la Xunta, tendrá el "apoyo total" del gobierno local, en la línea de lo que "siempre se dijo".

"Siempre dijimos que si tenía el aval de los funcionarios, de los técnicos, tendría nuestro apoyo a muerte y es como tenemos que actuar", ha manifestado el regidor, antes de incidir en que, en su día, se aprobó un acuerdo "unánime" del pleno (la corporación está conformada por 9 ediles del PP y 3 del PSdeG) en este sentido.

El regidor ha defendido que "esta no es una cuestión política", sino que los técnicos se han pronunciado sobre un proyecto empresarial que, además, es "el más importante" que se analiza para la zona en la que está su municipio. El regidor, en todo caso, ha destacado que, aunque pueda haber contestación social por parte de algunos ciudadanos, también "hay vecinos que apoyan" el proyecto.

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