Industria

Fondos de Oriente Medio se lanzan a por las firmas europeas de defensa ante el plan de rearme

Avión de combate M-346 F Block 20 de Leonardo. / Leonardo

Movimientos de calado sacuden el tablero europeo de la defensa. En los últimos meses, las potencias emergentes en lo económico, la mayor parte de ellas del próximo y medio Oriente, están protagonizando el mercado de adquisiciones en Europa, y el sector ahora mismo más estratégico para el continente ante la pinza de presión que ya están formulando Trump y Putin, con Ucrania como campo de pruebas.

El último ejemplo del interés que ha cobrado la industria europea de defensa es el acercamiento del fondo soberano de Arabia Saudí, PIF, al gigante italiano Leonardo. Según informó Bloomberg, el Fondo saudí de Inversión Pública quiere adquirir una de las cinco unidades de negocio del principal fabricante transalpino, la de aeroestructuras, que registró un ebitda negativo de -151 millones y acusa de falta de liquidez.

Esta unidad suministra piezas para aviones muy demandados, como el Boeing 787 Dreamliner o el Airbus A220, pero la deceleración de la industria aérea y las huelgas del fabricante norteamericano han reducido notablemente su negocio.

La dirección de la compañía, participada en un 30% por el Estado Italiano, ha reconocido su intención de dar entrada a un socio inversor. Los saudíes darían ese apoyo financiero a cambio de localizar en su territorio parte de la producción y el mantenimiento aeronáutico.

El plan conllevaría levantar una fábrica en suelo arábigo y permitiría satisfacer los objetivos del país por controlar parte de su producción defensiva. Además, les daría entrada en uno de los dos programas europeos que busca fabricar el caza de sexta generación, el GCAP, ya que Leonardo forma parte de la alianza conjunta con Reino Unido (BAE Systems) y Japón (Mitsubishi).

Italia marca el nuevo rumbo

A falta de que se confirme esta posible adquisición, las Fuerzas Armadas Italianas ultiman la firma de un acuerdo de producción de 1.300 drones con el fabricante turco Baykar, que controla el 60% del mercado mundial de vehículos aéreos no tripulados. El pasado 30 de diciembre, el gobierno de Meloni dio su visto bueno a que la compañía otomana se hiciera con el control de la histórica Piaggio Aeronáutica, tras 140 años en manos de empresarios locales.

Especializada en la fabricación de jets y el mantenimiento de aeronaves de defensa, Piaggio forma parte del acuerdo del Ejército Italiano para producir drones turcos en su país, una tarea en la que también participará Leonardo, y que invita a pensar que ambas redirigirán sus esfuerzos productivos al segmento de la defensa nacional.

Otro de los países orientales que está tomando posiciones en el mercado europeo de defensa es Emiratos Árabes Unidos. En 2019 fundó el conglomerado EDGE que, a través de la adquisición de distintas empresas, pretende posicionar a Emiratos como un líder global en seguridad nacional mediante el control de tecnologías emergentes.

El último de sus movimientos ha sido la compra de una participación mayoritaria en la estonia Milrem, que lidera los desarrollos de robótica y sistemas autónomos en el continente europeo. En enero, también adquirió el 30% del proveedor militar israelí Thirdeye Systems, especializada en tecnología de detección de drones basada en IA. Tiempo antes se hizo con el 52% del capital de la suiza Anavia, dedicada al diseño de sistemas de despegue y aterrizaje vertical (VTOL).

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