
La multinacional almeriense Cosentino, fabricante de superficies para la arquitectura y el diseño, no saldrá a bolsa "en el corto y medio plazo", según ha reconocido su vicepresidente ejecutivo del grupo, Álvaro de la Haza, en un encuentro celebrado hoy en Madrid. La compañía desmiente así los rumores que hubo tiempo atrás sobre su posible llegada al parqué y apuesta por mantener su esencia familiar. "No está en la agenda", reconoció.
Cosentino, que registró un importante alza del 25% en su negocio en 2022 fruto de la apuesta de muchas familias en todo el mundo por reformar su hogar fruto de la renta acumulada durante la pandemia, asegura que 2023 y 2024 están siendo una etapa de normalización de su actividad, en línea con el resto del mercado. El próximo año "será parecido al pasado en facturación y rentabilidad, no vamos a dar grandes crecimientos", reconoció.
En cambio, ha preferido comparar la situación de su compañía con el resto del sector. "Cuando vemos al resto de competidores, observamos caídas muy grandes en el negocio, del 15-20%, tras el efecto champán del año 2022, cuando a todos nos fue muy bien. Nosotros hemos logrado contener la cifra de negocio por la diversificación. Si medimos el crecimiento acumulado en los últimos años, hemos crecido en torno entre un 10% y 12%", explicó.
Nueva fábrica en Estados Unidos
En ese intento por continuar desarrollando sus marcas y expandiéndose hacia nuevos mercados, el grupo almeriense ha proyectado una inversión de 410 millones de euros entre 2025 y 2027 para aumentar su capacidad productiva, logística y llevar a cabo nuevas aperturas comerciales.
El presupuesto definitivo, todavía pendiente de concretar, responde a su intención de ejecutar "un trieno muy basado en lo industrial", según expresó De la Haza. "En la parte industrial y logística ya estamos en los sitios donde queríamos estar; por lo que el 75% se destinará a inversión fabril y más capacidad logística", explicó.
El proyecto contempla la fase inicial de su nueva planta en Estados Unidos, que se ubicará en Jacksonville (Florida). Esta comenzará a levantarse en 2025, año que esperan sea de crecimiento en el mercado americano pese a la incertidumbre que supone la llegada de Donald Trump al poder.
"No somos nuevos en EE.UU., llevamos 30 años en el país y es nuestro primer mercado. Es la segunda vez que convivimos con la administración Trump, y aunque no es buena la política arancelaria, es probable que se matice. Nuestra obligación es adaptarnos y la nueva planta tiene muchos sentidos: acercarnos el cliente, reforzar nuestra logística y hacer frente a esas medidas proteccionistas", expresó el directivo.
Destinará 90 millones a reutilizar sus residuos
Un proyecto de economía circular de Cosentino ha sido el único en España seleccionado por la Comisión Europea dentro de los Innovation Funds, un plan estratégico para financiar proyectos que ayuden a desarrollar la industria del continente. Bruselas aportará 37 de los 90 millones de euros que la empresa de encimeras destinará a poner en marcha "Cartera Tecnológica", una estrategia para reutilizar sus residuos y devolverlos al mercado mediante un tratamiento tecnológico previo.
La empresa reutilizará sus propios residuos industriales, que durante el proceso de fabricación generan lodos y tejos —piezas de material que se trituran— para desarrollar nuevos productos y materiales. Espera alcanzar las 100.000 toneladas anuales de producto reutilizado a partir de 2027, una vez el proyecto alcance su punto estable.
Este proyecto singular se llevará a cabo en sus instalaciones del Parque Industrial Cantoria, en Almería, y se espera la creación de "decenas" de empleos, sin llegar al centenar, según han comunicado sus directivos. La idea de la compañía pasa por iniciar de inmediato la fase de investigación y desarrollo para, a partir de 2026, arrancar la construcción de las instalaciones.
En 2030 deberá hacer públicos sus resultados en cuanto a inversión llevada a cabo, reducción de huella de carbono, reutilización de residuos y uso de energías limpias. "El filtro de la Comisión Europea es muy exigente, por lo que no sólo se trata de hacer algo diferente, sino de ver qué huella de carbono genera, y ver cómo impacta en la productividad y en la generación de residuo", explicó de la Haza.
Valentín Tijeras, director de I+D de Cosentino, ha reconocido la dificultad de expandir esta economía circular a las encimeras ya instaladas en viviendas, "porque el material viaja muy mal y el coste del reciclado es mucho mayor que el del beneficio". A cambio, han propuesto soluciones como la revalorización de esos residuos a escala local, mediante el triturado y su posterior uso como aglomerado, cemento u hormigón. "La mayor sostenibilidad está en hacer productos duraderos y nuestro objetivo es hacerlos de larga duración", alegó.