El Instituto Nacional de Estadística ha tenido que llevar a cabo una profunda corrección de sus datos sobre la situación del sector azulejero español que ha pasado de registrar un crecimiento del 15,5% a reconocer que sufrían una caída del 3,8% en el acumulado hasta septiembre.
Esta fortísima corrección, que ha provocado una profunda preocupación en varios sectores industriales, se produce tras las quejas que la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos (Ascer) ha llevado a cabo durante los últimos meses hasta lograr que el organismo nacional revisase sus cifras.
El origen de estas divergencias con el organismo que preside Elena Manzanera se justifica en el cambio del año base para la medición de este índice que desde enero de 2024 cambió el año base a 2021. Desde entonces los resultados publicados mensualmente no encajaban con la evolución de la actividad de las empresas. Mientras el Índice de Producción Industrial aseguraba que el sector crecía con fuerza, las cifras que manejaba ASCER reflejaban todo lo contrario.
La patronal incluso fue más allá y llevó a cabo una encuesta de producción los primeros seis meses del año para cerciorarse de la profunda discrepancia existente. De hecho, los resultados de esta encuesta mostraron que, con una representatividad del 80,8% de la producción sectorial, se observaba una caída de la producción de enero a junio de 2024 de un -2,3% respecto al mismo periodo de 2023, lo que suponía un resultado completamente opuesto con el IPI que marcaba entonces un 11,6% de crecimiento.
El sector alertó rápidamente de esta discrepancia. En ese momento, según explica Alberto Echavarría, secretario general de Ascer, "hablamos con el IVE, que en todo momento se han mostrado colaboradores, nos pidieron más información, compartimos con ellos la muestra y tuvimos una reunión con ellos el 1 de octubre".
Para Ascer no encajaban un dato de producción que creciera un 15% con unas exportaciones que retrocedían un 6%. Si además el consumo de gas estaba cayendo y el dato de agosto -generalmente negativo- volvía a ser positivo, el error del INE sería evidente.
A finales de esa semana, los hechos previstos por Ascer se confirmaron. El dato de agosto del IPI decía que el sector había crecido un 45,9% mientras la exportación seguía con caídas y el índice de grandes consumidores de Enagas mostraba un retroceso del consumo de gas natural.
El Instituto Valenciano de Estadística analizó toda la documentación y se encargó de discutir con el INE la revisión de dicho índice. Los Índices de producción industrial (IPI) son índices de volumen cuya finalidad es medir la evolución en el corto plazo el valor añadido en las ramas industriales. La periodicidad de este indicador es mensual. De este modo, el IPI se ha pasado todo el año diciendo que el sector había remontado mientras que la realidad del mismo era otra totalmente opuesta, lo que genera incertidumbre por las trabas existentes para su corrección.