Industria

Trabajadores de Madera Fiber, en concurso de acreedores, tratan de impedir que empleados de Faurecia acudan a su planta

  • La protesta se produce después de que en 2021 Faurecia vendiera la unidad productiva a Callista Private Equity, un fondo buitre alemán para después ceder los activos a una empresa rumana.
  • El comité de empresa de la maderera reivindica que la única solución para resolver la situación actual es que la auxiliar automovilística Faurecia recompre la firma.
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Trabajadores de Madera Fiber, antigua filial de Faurecia en O Porriño, actualmente en concurso de acreedores, se han concentrado este martes ante las puertas de la factoría que la multinacional auxiliar del sector automovilístico tiene en el Valladares para tratar de impedir que sus empleados acudiesen a sus puestos.

La concentración iba encabezada por una pancarta que se quejaba de la ética que, a su juicio, lleva a cabo Faurecia, que primero cobró subvenciones, después cerró la planta y ahora pretende que el personal cobre de la Administración.

Allí, los empleados de Madera Fiber intentaron impedir que los trabajadores de Faurecia no pudiesen acceder a la fábrica. Sin embargo, agentes de la Policía los obligaron a ceder en sus intenciones.

Todo ello en protesta por la situación que viven que, según explicaron los trabajadores, viene dada después de que en julio de 2021 Faurecia comunicó la venta de la unidad productiva al grupo Callista Private Equity, tratándose de un fondo buitre alemán.

En enero de 2022 esta compañía tomó el control de la planta de O Porriño (Pontevedra) tras el pago de un euro, pese a que Faurecia además inyectó capital por valor de tres millones, según denuncian los empleados.

Plan industrial

En ese momento, los responsables del comprador se reunieron con el comité informando de que traían un plan industrial para dar viabilidad a las instalaciones. Al respecto, denuncian que "la realidad que pudimos comprobar fue que nunca tuvieron un plan", ni invirtieron nada para tenerlo.

El presidente del comité de empresa, Leonardo Suárez, explicó que se dedicaron a descapitalizar la planta, llegando incluso a vender los terrenos en julio del pasado año por un precio muy inferior al valor de mercado de 2,4 millones de euros.

En febrero de este año el fondo buitre alemán, siguiendo su modus operanti habitual, avanzó Suárez, abandona la antigua planta de Faurecia cediendo los activos por 3.600 euros a una empresa rumana gestionada por Rüdiger Wisser, personaje que se define a sí mismo como 'el enterrador'.

Al parecer, el nuevo propietario dejó claro que pretendía buscar un nuevo comprador o cerrar la planta y el pasado jueves, 14 de septiembre, presentó el concurso de acreedores.

Por estas razones, el comité de empresa de Madera Fiber Technologies ha reivindicado que la única solución para resolver la situación actual de la compañía es que la auxiliar automovilística Faurecia recompre la firma.

Reunión con la Xunta

Representantes de los trabajadores han mantenido una reunión el pasado jueves con responsables de la Xunta donde les trasladaron el relato de los acontecimientos. Su reacción fue "dejar atónitos" a los responsables políticos, "con ganas de investigar más a fondo" para ver si incurrieron en algún delito social o incluso alguno tipificado como delito penal.

El comité ha indicado que los responsables de la Xunta se reunirán con el administrador concursal para solicitarle toda la documentación. También se pondrán en contacto con Faurecia, ya que los empleados ven como "única solución" que sea esta compañía quien recompre Madera Fiber, asumiendo su mal hacer o reconociendo que fueron engañados, dijeron.

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