Galicia
El aumento de la población mundial- que se estima que en el año 2050 alcance los 10.000 millones de personas- hace replantearse la dependencia hacia el origen de las tradicionales harinas que se utilizan para alimentación animal.
En la búsqueda de nuevas fuentes proteicas y grasas sostenibles puso su mirada la empresa Bioflytech que, enfocándose en aquello que nos sobrevuela, ideó unas nuevas harinas proteicas elaboradas con insectos, en concreto, con la mosca negra soldado.
La empresa, dirigida por el CEO Jesús Rodríguez, se expande hacia el rural gallego donde está en marcha una nave de 55.000 metros cuadrados dedicada a la cría de alevines para su posterior conversión en harina, en Palas de Rei (Lugo). Esta iniciativa está promovida por Alternative fats and proteins of Galicia, perteneciente al grupo Bioflytech.
Se trata de una de la escasas firmas europeas que realizan el ciclo completo. En este sentido, Jesús Rodríguez, explicó que cuentan con sus propios reproductores de donde sacan los huevos de los que nacen los neonatos que después engordan.
Mientras terminan las obras de la fábrica de engorde de sus instalaciones de Palas, Bioflytech empezará la actividad en las próximas semanas con larvas procedentes de su colonia reproductora ubicada en sus instalaciones de Puente Álamo (Murcia).
Ya para después del verano la empresa- que se erige como el principal productor de huevos a nivel europeo- desarrollará sus dos dos líneas de producción mediante tecnologías distintas.
Novedad
El CEO de la firma tecnológica diferenció entre la línea estándar y otra más disruptiva desarrollada por su equipo de I+D+i tras cuatro años de investigación.
La novedad radica en ésta última pues con ello nace la posibilidad de elaborar harinas a medida, en base a porcentajes de agua, grasa y proteína, según demande el cliente.
Además, Rodríguez señaló que esta línea trabaja con una extracción de gases lo que permite un digestibilidad y calidad mucho más elevada de la harina.
Las larvas se crían en unas estructuras verticales de en torno a 9 metros de altura y cada medio metro se coloca "una especie de bandeja donde se ponen los neonatos y es ahí donde multiplican casi 100.000 veces su tamaño", además de no necesitar mucha agua.
Esta estrategia empresarial diferenciadora surge por una demanda cada vez más incipiente de clientes que buscan algo a medida. La previsión en esta primera etapa es fabricar 12.000 toneladas anuales en las instalaciones de Lugo de ambos tipos de harina.
Con todo, el gerente especificó que ahora mismo la empresa está diseñada para que dos tercios de esa producción total pase por la línea nueva y sólo un tercio pase por la tradicional.
Inversión
La incursión del grupo en la comunidad gallega prevé una inversión en esta primera fase de 22 millones de euros y la creación de 75 puestos de trabajo, 50 de ellos directos.
El grupo estima que en 2024 la facturación que rondará los 17 millones de euros. Pero su objetivo es más ambicioso y hay planes a medio plazo para poner en marcha una segunda instalación de producción de alevines e incrementar en 90.000 las toneladas de producto en los próximos años con una inversión de 100 millones de euros.
En la actualidad, Bioflyech está presente en Italia, Francia, Alemania, Noruega, España y Portugal. Preguntado por si sería posible introducir en el consumo humano este tipo de harinas proteicas, Jesús Rodríguez explicó que, en la actualidad, hay 7 tipos de insectos aprobados por Europa para consumo propio.
Y aunque "nuestra larva sí se podría comer", cree que en los actuales mercados no existe conciencia todavía de introducir insectos en la dieta.
Productos
Bioflytech es una firma biotecnológica fundada en 2012 en la Universidad de Alicante. En 2018, Moira Capital Partners, presidido por Javier Loizaga, adquiere la mayoría de la sociedad con el objetivo de convertir Bioflytech en el líder mundial en la producción de proteína procedente de insectos.
También, de reducir el impacto medioambiental de la industria de la alimentación animal al proporcionar nuevas fuentes de proteínas y grasas sostenibles.
A finales de 2019, la empresa traslada su producción a la planta de Fuente Álamo (Murcia), convirtiéndose desde ese momento en uno de los principales productores mundiales de larva de mosca soldado negra.
De las instalaciones de Bioflytech salen tres productos: harina destinada a la industria de piensos para alimentación de mascotas, acuícola y avicultura.
El segundo de ellos es grasa que se usa en la industria de piensos para alimentación porcina y la cosmética y farmacéutica. El tercero es compost usado como fertilizante.