
Como no podía ser menos, Cepsa pone en primer plano la conservación del planeta para frenar las graves consecuencias de la contaminación, la deforestación o la desertificación, entre otras derivadas de la acción humana.
Su plan global de actuaciones de sostenibilidad se basa en tres importantes pilares de trabajo: acciones para conservar la biodiversidad, la protección del medio marino y la gestión del agua de manera eficiente.
Biodiversidad y consumo de agua
En relación al primer pilar, la compañía energética desarrolla proyectos de restauración y conservación de ecosistemas, implementando medidas concretas para mejorar la biodiversidad en los entornos y territorios en los que la empresa internacional opera habitualmente, en colaboración con prestigiosos expertos, instituciones científicas y autoridades competentes.
Respecto a la sección dedicada a la protección del mar y los océanos, destaca el proyecto específico NETCON, que tiene como finalidad el desarrollo de una red inteligente de sensores de fibra óptica para detectar posibles fugas en las infraestructuras marítimas de la empresa. De esta forma, Cepsa quiere asegurarse de activar de inmediato los protocolos de actuación y control de los efectos del vertido en los mares.
Para terminar, el último pilar de la estrategia, relacionado con la eficiencia del consumo del agua, se centra en fomentar su uso de forma racional, asegurando la calidad de sus vertidos y abogando por una reducción de la huella hídrica.
Para lograrlo, hay empleados que tienen acceso a la herramienta Water Risk Filter, de WWF, muy óptima para evaluar los riesgos hídricos asociados a cada una de las instalaciones de la compañía que emplean agua para desarrollar su producción.
Estos riesgos se evalúan tanto a nivel de cuenca como a nivel operacional, permitiendo así a Cepsa identificar con rapidez y claridad problemas y oportunidades sobre los que poder definir acciones que le permita ser cada día más eficiente en la utilización de este recurso finito y vital para la supervivencia de cualquier ser vivo.