
El rural puede ser una incubadora empresarial de múltiples posibilidades si se saben aprovechar las sinergias que ofrece el entorno. Es el caso de la empresa cárnica Suministros Megaro Food, con sede en el polígono de Castro Riberas de Lea (Lugo), que aprovechó la numerosa población musulmana que vive en este municipio para ofrecer productos cárnicos que pueden ser consumidos por este colectivo islamita.
El gerente de la compañía, que ya va por la tercera generación, Carlos Cebrián explicó a El Economista que la diferencia no radica en la carne en sí, sino en el proceso de sacrificio y despiece del animal que tiene que realizarse, entre otras formas, mirando a La Meca.
El precepto religioso exige que el degüello se realice con un corte limpio y tras el sacrificio hay que hacer una oración, mientras el animal está "tumbado sobre el lado izquierdo" y mirando hacia La Meca. El Corán exige que debe estar "en reposo" y la interpretación de este precepto es que esté tumbado en el momento de su sacrificio.
La cárnica lucense está en continúa expansión empresarial y a principios de este mes abrió una tienda en un local en su nave de Castro. Además, posee un taller de formación en Galicia que cuenta con el reconocimiento de la Xunta. Se trata de la única Escuela de Carniceros de Galicia cuyo objetivo es que el legado de esta profesión llegue a más generaciones futuras.
En este sentido, disponen de especialistas competentes y con gran experiencia para esta formación dentro del sector cárnico que abarca todos los ámbitos: ventas de minoristas, gestión de mayoristas, procesos de envasado, elaboración, y embutidos.
Sector turístico
Megaro Foods tiene su fortaleza en el mercado exterior donde exporta el 90 por ciento de su producción a países de Oriente Medio. En concreto opera en Japón, Filipinas, Vietnam, Indonesia, y Asia Pacífico. En la actualidad, su intención es abrir nuevos mercados en la zona del Caribe, aunque ya están presentes en Cuba. Comercializan todo tipo de carnes sobre todo bovino y ovino, tanto gallega como de otras comunidades.
Al margen del negocio alimentario, la empresa lucense prepara su salto al sector turístico con la adquisición de La Palloza, emblemático establecimiento referente en el sector de las bodas, bautizos, y comuniones en la capital luguesa. Al respecto, Cebrián adelantó que su intención es reconvertirlo en hospedaje de cuatro estrellas manteniendo el servicio de los eventos especiales.
Para ello, llevará acabo una reforma integral del edificio destinando en la planta superior 40 habitaciones y dos suits, mientras que los salones y el restaurante continuará en la parte baja. Toda esta inversión tendrá un coste superior al millón de euros.
Para este nuevo proyecto llegó a un acuerdo con un reputado grupo hostelero de asturiano quien asumirá la explotación del negocio durante mínimo una década. Su apertura está prevista para el próximo año.
La diversificación de Megaro Food suma otro nuevo reto en la Mariña lucense, en concreto en Ribadeo, donde acaba de adquirir el edificio histórico donde estaba ubicada la antigua aduana. Actualmente, la firma está cerrando negociaciones con futuros socios para la explotación del que será otro hotel de cuatro estrellas y para el que se prevé también una reforma integral. Para este proyecto la compañía invertirá dos millones de euros.
La empresa cerró el pasado ejercicio con una facturación de 18 millones de euros. Para 2023 esperan crecer un 10 por ciento teniendo en cuenta las incertidumbres del mercado actual. Cuenta con una plantilla de 25 trabajadores que se ve incrementada en verano en 10 empleados más.