El sector de la automoción comenzaba 2022 todavía renqueando los problemas generados en la cadena de suministros y buscando soluciones a la falta de componentes electrónicos. Sin aún haberse curado la herida, Putin sorprendía invadiendo Ucrania en la madrugada del 23 de febrero y desencadenaba una crisis energética sin precedentes. Así, a la crisis de chips y semiconductores se unió el incremento de los costes de la energía.
En este contexto, Faurecia, empresa francesa dedicada a la fabricación y comercialización de componentes para la automoción, se dejó en el parqué más de un 60% de su valor en 2022 convirtiéndose en el valor más bajista de Tressis Cartera Eco30, el fondo de inversión asesorado por elEconomista.es.
En febrero de 2022, la firma se unió a Hella, creando Forvia y convirtiéndose en el séptimo mayor proveedor de automoción del mundo. Su negocio reside en la fabricación de asientos, interiores, electrónica y movilidad limpia para automóviles. Según la empresa, uno de cada dos vehículos está equipado con productos de Forvia.
El 2022 hará mella en las cuentas de la gala, para las que el mercado estima una de las menores cifras de beneficio neto de los últimos años, de 82 millones de euros. Sin embargo, en ebitda conseguirá mejorar el de 2021 hasta un 28%, incrementando el beneficio bruto hasta los 2.686 millones de euros.
Pero 2022 va a ser un ejercicio aislado en la historia de crecimiento que presenta la compañía. Casi colgándose el eslogan de 2023 será mejor la automovilística tendrá, a nivel financiero, tres grandes ejercicios. "En general, esperamos buenas cifras del cuarto trimestre y declaraciones de perspectivas optimistas", señalaba Deutsche Bank en un informe sobre el sector.
Con todo, Faurecia incrementará su ebitda hasta un 7% con respecto el estimado para 2022, alcanzando los 2.871 millones de euros y en 2024 el mercado augura que la francesa sea capaz de superar los 3.400 millones de beneficio bruto, la mayor cifra de toda su historia.

A nivel de beneficio neto este ejercicio se quedará muy cerca de retornar a niveles previos a la pandemia, al embolsarse 436 millones de euros. Será en 2024 cuando dé por superada definitivamente la crisis del coronavirus, pues el mercado estima que la firma gala logrará 732 millones de euros en beneficio neto, superando los 590 millones que registró en 2019. En 2025, las previsiones apuntan, incluso, a que superará los 1.000 millones de euros de ganancias netas.
Y si algo bueno han dejado las caídas en bolsa es la rebaja por PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) que ha sufrido el valor, de hasta el 75%, pasando de comprarse en 29 veces en 2022 a las 7 veces en 2023. Y, sobre precios actuales, se adquiere en bolsa a 4 veces para 2024. En el arranque de año, el fabricante brinda ganancias del 23% -ayer sumó un 4,8% hasta máximos del año- es de las más alcista de Eco30 y todavía tiene por delante un potencial del 24%. Su dividendo le renta al inversor un 2% en este 2023.