Industria

El hueso de aceituna vuela alto

  • Cotiza a casi 200 euros la tonelada por la sequía y la crisis energética
  • Además del uso como combustible en aviones, se investiga su aplicación en construcción, almohadas, plaguicidas o sustitutos del plástico
Huesos de aceituna en la planta de tratamiento. Fotos: Peláez Renovables

El humilde hueso de aceituna vuela alto. Tan alto que más de 200 aviones lo han usado como componente base de un combustible sostenible para aviación en una prueba realizada por Cepsa, que prevé la producción de este fuel a escala industrial en 2026 en sus plantas andaluzas de Cádiz y Huelva. Un hito que ha puesto los focos en un subproducto del olivar al que este invierno los precios de los combustibles fósiles y la mala cosecha de aceituna han puesto por las nubes, y que además de alimentar calderas domésticas, su principal aplicación actual, está siendo objeto de investigación para los usos más dispares: construcción, almohadas, plaguicidas o sustitutos del plástico.

El hueso de aceituna cotiza actualmente en origen a entre 180 y 200 euros la tonelada. Prácticamente el doble al precio del año pasado. Son datos facilitados por José Peláez, de Peláez Renovables, una empresa jienense con casi una década de experiencia en este mercado. Ellos compran hueso a almazaras, lo procesan para obtener un producto limpio, seco y homogéneo y lo venden a consumidores finales para calderas de calefacción, con un valor añadido de unos 100 euros por tonelada que se repercute en el precio de venta al público del producto final.

El uso doméstico del hueso en calderas viene experimentando, indica Peláez, unos incrementos anuales de en torno al 10% desde hace años. En España hay 29 plantas de tratamiento y producción de hueso con capacidad para sacar más de 10.000 toneladas al año, concentradas en Jaén, el resto de provincias olivareras andaluzas, Extremadura y Castilla-La Mancha. El año pasado eran cuatro menos, prueba de que la demanda tira de la industria.

Poco producto disponible

La producción en España está directamente vinculada a la cosecha de aceitunas, y oscila en torno al millón de toneladas por campaña, aunque José Peláez deja claro que "este año habrá mucho menos por la sequía". La merma en la cosecha de aceituna oscila entre el 50 y el 60% según comarcas, cifras que cabe trasladar al hueso también: representa alrededor del 15% del peso total de una aceituna. Se espera una campaña en Andalucía con 2,9 millones de toneladas de aceituna, cuando la media de las últimas cinco han sido 5,6 millones de toneladas.

Para las almazaras ya es una buena fuente de ingresos adicionales a la venta de su producto principal, el aceite de oliva. De una tonelada de aceitunas se pueden obtener algo más de 200 kilos de aceite, que esta campaña se ha vendido en origen a algo menos de 3,5 euros el kilo. Redondeando, 700 euros obtenidos de la venta de aceite por tonelada de aceitunas. De esa tonelada de aceitunas saldrían unos 150 kilos de hueso, que pueden venderse por hasta 30 euros. Y hay que sumar otros subproductos como el orujillo que también se valorizan aunque a precios menores. El olivar es ejemplo de economía circular: ya no hay residuos, sino subproductos que tienen valor de mercado.

Aunque la tensión sobre el precio del hueso está ya en el límite para que el consumidor doméstico deje de considerarlo interesante y apueste por otras fuentes de alimentación para calderas de biomasa, apuntan en el mercado.

Nuevos usos y demandas

En la presentación de su biocombustible hace días en Sevilla Cepsa dejó claro que sus necesidades de hueso (y de otros subproductos de almazara, además de aceites usados) van a ser enormes. Y la industria aeronáutica no es la única que está investigando y desarrollando productos que tienen como base este material.

En Peláez Renovables han recopilado información sobre otros usos ya patentados o en investigación en torno al hueso de aceituna:

La empresa cordobesa Charcolive patentó un carbonizado de hueso para rellenar almohadas.

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial (ETSIDI) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha desarrollado un sistema que le da uso como componente de materiales de construcción.

Desde la universidad de Chile han comprobado que las cenizas procedentes del hueso de aceituna, presentan gran resistencia al fuego, que puede tener aplicaciones para pinturas ignífugas.

La Universidad de Granada UGR, ha conseguido emplear los huesos de aceituna hasta en nueve ciclos de descontaminación de residuos de metales industriales vertidos en el agua.

Otros grupos de investigación han estudiado sus propiedades como componente de plaguicidas por su resistencia a hongos y bacterias.

Empresas como Elayo o Tuliva han coseguido obtener del hueso la semilla de la aceituna, y con la que producir harinas.

También se ha probado su utilidad para fabricar biocomposite, sustituto de plásticos obtenidos del petróleo, y que puede ser empleado en muebles, juguetes …

En septiembre de 2020 en la localidad de Guichen, Francia, estrenó un campo de fútbol fabricado con hueso de aceituna en vez de con materiales de caucho.

Y hay más valorizaciones en estudio, como su uso para producir carbón activo, menaje de hogar y otros materiales biodegradables, bioabsorbentes

Son usos aún anecdóticos, poco desarrollados industrialmente, pero que dan idea del potencial del humilde hueso de aceituna, que ya vuela alto gracias a su aplicación como combustible en calderas y ahora también en biocombustible sostenible para aviones.

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