Indices Mundiales

Los 12.000 ¡Y mucho más!

Más confianza en 'Corporate America' puede desencadenar en Wall Street un potencial alcista a la altura del retraso acunulado desde 2004.

¡Hay que ver, qué potencia! Hace una semana, nos preguntábamos si Wall Street iba a caer en los titubeos del verano. La respuesta no se ha hecho rogar: una subida fulgurante, tres días de consolidación y ahí tenemos el Dow Jones con los 12.100 puntos. ¿Quién lo hubiera pensado en el pasado mes de junio?

Al 12.000 puntos le concedemos sólo la importancia que tiene en la psicología de los inversores a corto plazo: es una cifra redonda que figura en la escala de un gráfico de precios, nada más. Sin embargo, el hecho de que el Dow haya confirmado inmediatamente y con elegancia la ruptura de los máximos históricos con el apoyo de su hermano pequeño el Dow Transportes dice mucho sobre la fuerza del mercado. Algunos dirán que la subida no hace más que reflejar la calidad general de los resultados del tercer trimestre. Lo dicho sin contar la tecnología que merecería un comentario aparte ya que sigue dando pocas buenas noticias y muchas malas.

Lo más destacable es que la mayoría de las empresas de la vieja economía han sacado mejores resultados de lo que se esperaba. Para una economía supuestamente al final de un ciclo y cercana a la recesión, se trata de un panorama más que honorable. Desde hace 6 meses, economistas de los que Bolságora se ha hecho eco vienen anunciando una disminución de los beneficios. Pero esto está sólo en las agendas de algunas como Caterpillar.

Además, el mercado no acoge estos resultados con el escepticismo que mostraba en trimestres anteriores. ¡Qué ironía! Cuando el ciclo económico madura es cuando el mercado vuelve a encontrar la confianza que tendría que haber manifestado en 2004 y 2005. Poco importan las razones (la Fed, la inflación, los tipos de interés, una mejor flexibilidad, la calidad de los activos…), la psicología ha cambiado, este cambio ha sido captado correctamente por el análisis técnico y nos lleva a un todo o nada bastante perturbador para el inversor. Ahora hay dos opciones

- El error podría ser colectivo y se podría estar fraguando un giro brutal y doloroso del sentimiento del mercado – lo que ha sucedido 3 veces en los últimos 20 años y nunca se puede descartar – Ésta es la posición de los analistas que vienen anunciado un gran mercado bajista desde el año 2000 como última consecuencia de un aumento de la inflación al estilo de los 70. Es poco creíble para un europeo. Tampoco el sentimiento de Wall Street nos parece tan eufórico como para anunciar una caída del Dow más allá de una mera corrección de la sobrecompra.

- O bien los inversores van cogiendo más confianza en la 'calidad' de su mercado, lo que dispararía un potencial alcista, a la altura del retraso acumulado desde 2003.

Para convencerse, basta observar un gráfico del Dow a largo plazo. Desde 2003, las empresas americanas muestran un crecimiento de los resultados de dos dígitos muy por encima de la tendencia y de la subida de la bolsa. Los múltiplos del mercado no han parado de bajar como si los inversores no se fiaran de que los buenos resultados puedan durar y como si explicaran el fuerte crecimiento por factores puramente cíclicos, sin tomar en cuenta la posibilidad de una mejora también de la tendencia.

Gráficamente, esta prudencia se ha traducido en una vasta estructura lateral-alcista cuando las bolsas europeas mostraban más entusiasmo. Hemos hecho figurar en azul en el gráfico abajo la línea de regresión que capta el crecimiento de largo plazo del Dow Jones desde el gran giro al alza de principios de los 80.

Aparecen claramente los excesos de finales de los 90 y la corrección posterior. Pero se ve igualmente el 'déficit' de los últimos 30 meses en la diferencia entre los 12.000 y los 14.000 que habría supuesto un crecimiento en linea con la mega tendencia de largo plazo. Cuidado porque este indicador no tiene nada de mecánico y no garantiza ningún nivel determinado para mañana. El recolocar al ciclo 2003-2006 en la tendencia no hace más que lanzarnos una advertencia: un Dow entre 14.000 y 15.000 no tiene nada de estrambótico si el mercado quiere normalizar las valoraciones

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