
El IPC de Reino Unido cayó al 0,5% en diciembre, medio punto menos que en noviembre y su menor tasa desde mayo de 2000.
La Oficina Nacional de Estadística (ONS) informó que el marcado debilitamiento de los precios registrado en diciembre se explica por el retroceso del 0,2% de los transportes y del 0,19% de los alimentos, así como por el abaratamiento de los combustibles.
La tasa de inflación de Reino Unido se sitúa por debajo del umbral fijado por el Banco de Inglaterra, lo que ha obligado al gobernador del instituto emisor británico, Mark Carney, a explicar la situación en una carta remitida al Tesoro.
Estas cifras alimentan las especulaciones de que el Banco de Inglaterra no suba los tipos de interés pronto.