Habla con este periódico tras dar esquinazo -en el buen sentido- a sus hijos. Conciliar era su prioridad cuando, en 2009, colgó su carrera de publicista (dirigía un área de Marketing en Havas) para montar una yogurtería. "Una enseña de frozen yogurt", corrige. Con un nombre u otro, a su familia le pareció una locura. Ö!Mygood, cuyos productos se elaboran con leche de Central Lechera Asturiana y yogures fabricados en una granja madrileña, tiene quince franquicias en España y espera cerrar el año con veinticinco.
Eso de comer yogur por la calle... ¿no será una moda pasajera?
No lo creo. Es un fenómeno parecido al de Starbucks: cuando aterrizó en España, ¿quién quería tomarse un café aguado en vaso de cartón, y encima a cuatro euros? Ahora tiene más de 400 establecimientos, ya que ha generado un hábito. El frozen yogurt no será pasajero, porque el cliente sabe que es sano y porque en este país somos grandes consumidores de helados.
¿Quieren convertirse en el Starbucks del yogur?
Se podría decir así. Aunque no todos los locales tienen chaises longues para ponerse cómodo, cuidamos mucho la experiencia de tienda; es otra forma de diferenciarnos.
¿Cómo pasó de ser ejecutiva de marketing a heladera?
En junio de 2009 viajé a Nueva York con mi marido. En la Quinta Avenida vi un local de frozen yogurt y en septiembre me lié la manta a la cabeza. Si te soy sincera, no me costó nada dejar a un lado el maletín y el ordenador. Tuve la suerte de que mi cuñado es un chef extraordinario. Pasamos tres meses en casa de mis suegros probando fórmulas de yogures hasta que dimos con la definitiva y en enero abrimos el primer local en Madrid. Nadie sabía qué era aquello del frozen yogurt.
¿Les ayuda la 'operación bikini'?
No sabría decirte, pero es cierto que este producto no tiene materia grasa. En cien gramos de yogur helado hay 96 calorías; en la misma cantidad de helado, 150.
Pero con los condimentos que ofrecen, el resultado final tiene poco de 'light'...
Ofrecemos desde gominolas hasta crujientes de toffee y chocolate, pero también cereales: sésamo, soja caramelizada...
¿Cómo compiten con gigantes como Danone, que ha lanzado su propio yogur helado?
Yolado se vende en supermercados, es algo distinto. Respecto a La Yoghourteria Danone, no está enfocada, como lo estamos nosotros, a responder al subidón que te da cuando quieres permitirte un capricho, algo rico. En cualquier caso, creo que con ese lanzamiento Danone nos ayuda, al potenciar el consumo de yogures.
¿Les llaman muchos parados para franquiciar?
Sí, porque la inversión no es tan alta (en el formato de 60 metros cuadrados, asciende a 48.500 euros). El 80% de los franquiciados son parados o gente asqueada de trabajar por cuenta ajena. En las crisis, todos intentamos cambiar nuestra vida.
