Historia

"Vente a Alemania, Pepe" y El Corte Inglés

  • El Corte Inglés pegó un pelotazo ofreciendo "el paquete del emigrante"

El 4 de septiembre de 1939 se publicaba en el BOE un Decreto ordenando la más estricta neutralidad en relación con el conflicto europeo.

"Constando oficialmente el estado de guerra que por desgracia existe entre Inglaterra, Francia y Polonia, de un lado, y Alemania, de otro. Ordeno, por el presente Decreto, la más estricta neutralidad a los súbditos españoles, con arreglo a las Leyes vigentes y a los principios del Derecho Público Internacional".

Aun así, el 23 de octubre de 1940 tenía lugar en la estación del ferrocarril de Hendaya, en la frontera hispano-francesa, la conocida entrevista en la que participaron Francisco Franco, Ramón Suñer (cuñado de Franco y ministro de Asuntos Exteriores), Adolf Hitler, Joachim von Ribbentrop (ministro de Asuntos Exteriores alemán) y como traductores Gross y el barón de las Torres.

Hitler pretendía que España dejase a un lado su posición neutral y entrase en guerra como compensación por la ayuda prestada durante la Guerra Civil española. Franco simpatizaba con las fuerzas del Eje y, además, estaba convencido de la victoria alemana, pero también sabía que España todavía sangraba.

Por lo que puso sobre la mesa sus peticiones para entrar en guerra: financiación y material para el ejército, Gibraltar y las colonias francesas del Norte de África (Marruecos, Orán...). Aunque las condiciones exigidas por ambas partes impidieron alcanzar un acuerdo, Franco tenía una deuda moral y, sobre todo, económica con la Alemania nazi.

Los masivos reclutamientos de tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial dejaron tocada su economía por falta de mano de obra. Así que, para ir saldando la deuda, el 8 de febrero de 1941 el gobierno español firmó un acuerdo con el gobierno alemán para suministrar mano de obra.

"El hambre y el paro hicieron el resto para que miles de españoles rellenasen los formularios para viajar a Alemania"

Además del tema de la deuda, Franco vio una oportunidad para combatir el paro y se preocupó de "vender" el acuerdo: trabajos dignos, un salario suficiente como para ahorrar y enviar dinero a sus familiares, adquirir formación, aprender un idioma, poder disfrutar del sistema sanitario y social más avanzado de Europa... un paraíso laboral.

El hambre y el paro hicieron el resto para que miles de españoles rellenasen los formularios para viajar a Alemania, con los únicos requisitos de estar sano y libre de obligaciones durante dos años -duración del contrato-. La realidad iba a ser muy distinta, las condiciones de vida que se iban a encontrar eran más parecidas al guión de la película de 1971 Vente a Alemania, Pepe que a las que les habían vendido, con el agravante de sufrir en muchas ocasiones los bombardeos aliados. A finales de 1941 partía una primera remesa de 4.000 productores (así los llamaban los alemanes)... con sus paquetes del emigrante suministrados por El Corte Inglés.

"El Corte Inglés pegó un pelotazo ofreciendo el paquete del emigrante"

El Corte Inglés, antes de la Guerra Civil, era un pequeño comercio dedicado a la sastrería y a la confección de ropa de niños. Tras la guerra se trasladó a la calle Preciados, nº 3 esquina con la calle Tetuán, donde se encontraban los almacenes El Águila, comenzando su actividad en esta nueva etapa con siete empleados con Ramón Areces al frente. En el año 1941 fue cuando el Corte Inglés comenzó a sentar las bases del que hoy en día es uno de los mayores grupos de distribución. En otras palabras, "su primer gran pelotazo". Cada productor debía llevar una maleta con:

Cuatro pares de calcetines, un par de calzoncillos y camisetas, tres camisas, dos pares de pañuelos, dos toallas, un traje, un pantalón, un jersey de lana, un abrigo, un par de botas, una bufanda, un gorro y los útiles de afeitar [Las tortillas de patata eran voluntarias]

El Corte Inglés pegó un pelotazo ofreciendo "el paquete del emigrante", en el que se incluía el ajuar obligatorio completo para los alrededor de 10.000 trabajadores españoles que hasta 1944 viajaron a Alemania en lo que la prensa franquista vendió como...

No se trata de una emigración a la buena de Dios, sino de un éxodo con toda suerte de garantías y de atractivos.

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