Los días son más frescos y la montaña de Murcia te propone este hotel dominando una cárcava, silencio para la lectura y todas las actividades de campo y el monte si quieres respirar. Recomendamos una nueva propuesta: observar al águila real y a otras aves como los piquituertos desde sendos "hides".
Los lectores de elEconomista.es que se alojen en la HOSPEDERÍA BAJO EL CEJO, en El Berro (Murcia) el próximo fin de semana, del 31 de agosto al 2 de septiembre, se beneficiarán de un pic-nic para dos, para descubrir Sierra Espuña, o bien de una botella de cava y chocolate en la habitación, para disfrutar más del hotel.
Siempre nos sentimos bienvenidos a Bajo el Cejo, el hotel de Andrés y Rosa. Bajo el Cejo es un pequeño alojamiento de montaña, en el techo de Murcia, un espacio natural en el que el invierno es casi una primavera adelantada, y ya vemos almendros en flor. Los cejos son las grandes bolas de piedra que salpican el paisaje de esta sierra murciana. Y junto a uno de ellos se ubica, como su nombre adelanta, la Hospedería Bajo el Cejo.
Los espacios del hotel se distribuyen en tres alturas, desde el fondo de la cárcava hasta su parte alta. Abajo está el que fue molino, con habitaciones, sala de reuniones y salón, con una pequeña parcela de naranjos a cuya sombra se leen mejor los libros. Aquí no hay más ruido que el viento en las hojas, cuando llega el viento.
A media altura nos sorprende una pequeña piscina infinity-pool, que en verano es nuestro rincón favorito, y en la parte alta el edificio principal del hotel, con la recepción, el salón con chimenea, un espacio de comedor para los desayunos y varias habitaciones. Son habitaciones modernas por decoración y clásicas por materiales, barro en el suelo, madera en el techo.
Sierra Espuña no es una montaña dura, sino abordable por cualquier amante del senderismo. Un paisaje de paredes calizas y matas de lentisco, adelfas en el fondo de los barrancos. En el aire chovas y ratoneros, aves singulares de las discretas montañas del sureste. Estamos en tierra de cocinas de puchero, de verduras divinas y embutidos varios. Podemos catar todo ello sin salir del hotel. O escapar por los pequeños pueblos que rodean la sierra o besan el Segura en su curso medio.
Asomados a la ventana de nuestra habitación contemplamos la piscina a nuestros pies y más abajo el fondo de la cárcava y su chorrito de manantial en temporada de fríos. Ambiente rural de siglos que contrasta con una decoración funcional que nos encanta.
La cocina
El hotel sólo sirve cenas previa petición. Cocina del recetario murciano, verduras, platos de olla y buenos vinos de la región, D.O. Yecla y Jumilla, entre otras, vinos calóricos ideales para las fechas en que estamos.
Actividades
La sierra es nuestra y podemos tomar cualquiera de las pistas forestales de la sierra para practicar senderismo o bicicleta todo terreno. También podemos hacer piragua en varios tramos del Segura medio. Parapente, espeleología, orientación. Setas en otoño, recogida de plantas aromáticas. En el hotel nos preparan, si queremos, un pic-nic para comer por la montaña.
Y si te gusta la fauna te recomendamos la experiencia de observar y fotografiar águilas reales o piquituertos desde sendos "hides" habilitados en las cercanías de un posadero en el caso de las rapaces y en un bebedero en el caso de los pequeños pájaros.
Accesibilidad
El hotel cuenta con una habitación con baño adaptado para silla de ruedas, así como con rampa de acceso desde el parking a la piscina y al edificio principal. Etiquetado braille y relieve con numeración de puertas y otros elementos prácticos para clientes con ceguera o baja visión, como la web accesible.
Si usted requiere para su comodidad una habitación adaptada a movilidad reducida o baja visión indíquelo por favor al hacer su reserva.
Lo mejor... Algo para leer y tu bebida favorita al sol entre los naranjos de la zona baja.
Y por la noche, junto a la chimenea del salón.