
Salimos del bullicio de la ordenada Rabat para sumergirnos en un jardín de mandarinos. Bienvenidos a Villa Mandarine, un hotel singular en el que hemos desayunado acompañados por pavos reales.
Cortesía para lectores de El Economista que reserven directamente el hotel al mejor precio garantizado y evitando los portales comisionistas, este próximo fin de semana y hasta el 1 de marzo, 10% de descuento en alojamiento y té a la menta con pastas marroquíes, de bienvenida.
Hablamos de Villa Mandarine en la semana en que se celebra el Día Nacional del Turismo Responsable, en Marruecos, porque éste es un ejemplo de lo que la hotelería de calidad sabe hacer para construir un turismo personalizado. Los árboles decoran cada vista desde las habitaciones de este hotel singular que es, sin duda, un favorito en la ciudad. La familia Claudy Imbert, francesa y con solera en el lugar, dirige el establecimiento, que ofrece además un restaurante de referencia, entre los mejores de Marruecos. El edificio es en una planta, salvo en la zona de alojamiento, en torno al patio árabe, que tiene dos. Las habitaciones se distribuyen en torno al patio y tienen balcón al jardín o terraza privada, y las suites dan a mediodía. Ese patio es un vergel con fuente rumorosa. Se empieza el día con otro espíritu al abrir la puerta y descubrir este jardín interior con palmeras, plataneras, palmitos y gorriones alegrando la mañana. El hotel cuenta con un bar de ambiente africano, y con un gran salón-biblioteca con chimenea y vistas al jardín.

La cocina
Internacional creativa, a manos del chef Sylvain Brucato -ex segundo de cocina del rey Abdalá de Jordania y alumno de Joël Robuchon-, que añade su cuscús cada viernes en la carta. Está considerada una de las mejores mesas de Marruecos. La sala se abre a la terraza y el jardín, donde también se desayuna, un privilegio con la eventual visita de los pavos reales que mencionábamos. Precio medio sin bebidas, 23 euros el almuerzo y 33 euros la cena.

Actividades
En el hotel, paseos por el jardín, que tiene piscina exterior y piscina climatizada, y cancha de tenis. Mesa de ping-pong, terreno de petanca. Hammam y masajes. Salón de billar americano. Surf en las playas urbanas. Equitación y tres campos de golf a diez minutos del hotel. Visita de Rabat, de Casablanca y Meknés, a una hora, o de Fès, a hora y media, en coche o tren.

Accesibilidad
El hotel es sin barreras arquitectónicas que reseñar y casi toda su superficie es en planta baja. Pasillo a las habitaciones con puerta de apertura automática. Dispone de señalética en braille y relieve en vinilo transparente en habitación adaptada para ceguera o baja visión. Las habitaciones son de 36 metros cuadrados. Dispone de 2 con baño adaptado para clientes con silla de ruedas.

Visitas
En Rabat, la Torre Hassan y Mausoleo de Mohamed V, la Kasbah de los Ouddayas, la medina. Excursiones a Casablanca, Fés y Meknés (en coche o en tren). En la kasbah, no te pierdas un té a la menta con pastas en el Café Moro, mientras contemplas desde el acantilado la ría que separa Rabat de Salé.
Tarifas
Individual, 1.941 Dhs (unos 180 euros)
Doble, 2.182 Dhs (unos 200 euros)
Doble Especial, 2.582 Dhs (unos 236 euros)
Junior suite, 3.282 Dhs (unos 315 euros)
Suite 3.882 Dhs (unos 355 euros)
Cama supletoria, 320 Dhs (unos 30 euros)
Precios con tasas (10%) y desayuno incluidos.
Otros servicios (spa, masajes...) a partir de 150 Dhs (unos 14 euros)
Vuelos diarios desde Madrid de Iberia y Ryanair desde unos 40 euros ida y vuelta.

Contacto y Reservas
VILLA MANDARINE
19, rue Ouled Bousbaa - Souissi 10000
Rabat (Marruecos)
T. +212 537 752 077
reservation@villamandarine.com
www.villamandarine.com
Web accesible a todos