
Cada día, millones de personas se desplazan para ir a trabajar. Lo hacen en coche, en metro, en autobús, en bicicleta, a pie... Son trayectos cotidianos que, aunque forman parte de la irremediable rutina individual de cada trabajador, afectan de manera colectiva sobre la congestión urbana, los niveles de ruido, la calidad del aire de las ciudades y la salud de quienes las habitan.
En España, el vehículo privado es la opción más habitual para acudir al lugar de trabajo. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el 60% de los desplazamientos laborales se hacen en coche. Esto supone más de 40 millones de trayectos al día, y la mayoría de ellos se desarrolla con un único ocupante.
Frente a esta realidad, es clave que las empresas asuman un papel activo en la transformación de la movilidad. Es el caso de Banco Santander, que ha puesto en marcha un ambicioso plan de movilidad sostenible en su centro corporativo y en el resto de edificios del grupo en Madrid. Su objetivo es claro: avanzar hacia una economía baja en carbono y combatir el cambio climático.
Este proyecto forma parte de la estrategia global de la entidad para reducir las emisiones de carbono asociadas a la actividad diaria, promover hábitos responsables entre sus empleados y avanzar hacia un modelo más eficiente, saludable y respetuoso con el entorno. A través de medidas como el impulso del transporte colectivo, la movilidad compartida o el uso de vehículos eléctricos, Banco Santander promueve un cambio cultural alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Transporte colectivo e impulso de la movilidad eléctrica
Una de las apuestas más destacadas del banco ha sido la implantación de un sistema de lanzaderas que conecta los centros corporativos con distintos puntos estratégicos de Madrid, como Moncloa, Avenida de América, Aluche, Príncipe Pío, Nuevos Ministerios o Atocha. Esta red de transporte colectivo permite a los empleados acudir a su lugar de trabajo de forma cómoda y eficiente, reduciendo el uso del vehículo privado y, con ello, la huella de carbono diaria generada por este tipo de desplazamientos.
Además, dentro del campus de la Ciudad Financiera de Boadilla de Banco Santander se han habilitado rutas internas que conectan diferentes zonas del complejo, evitando así el uso del coche incluso dentro del propio entorno laboral.
Otra de las medidas clave ha sido el impulso a la movilidad eléctrica. Desde 2020, Santander ha instalado más de 1.700 puntos de recarga para vehículos eléctricos e híbridos enchufables en sus centros corporativos. Este servicio permite a los profesionales cargar sus vehículos durante la jornada laboral, facilitando también la transición hacia modelos de transporte con menor impacto ambiental.
Carpooling para reducir la huella ambiental y hacer equipo
En paralelo, el banco ha lanzado el movimiento #YoSíComparto, una iniciativa pionera para fomentar el carpooling entre empleados. Lejos de ser una simple medida de ahorro, este proyecto se ha convertido en un verdadero catalizador de cambio cultural dentro de la organización al promover la colaboración interna, fomentar la cercanía entre equipos y reforzar la movilidad sostenible.
A través de su app, los profesionales pueden organizar trayectos compartidos con compañeros cercanos, visualizar en un mapa interactivo los puntos de recogida más próximos y establecer contacto seguro a través de una red interna. La experiencia también cuenta con un lenguaje propio -con términos como Pilots, CoPilots o Match- que fortalece el sentido de comunidad y facilita nuevas dinámicas de relación entre áreas.
Además, Banco Santander ha apostado por la gamificación de la aplicación para impulsar la participación. El sistema de puntos #YoSís premia a quienes más comparten trayectos, genera clasificaciones por equipos y refuerza el espíritu colaborativo. Desde su lanzamiento en abril de 2024, los resultados hablan por sí solos: más de 40.000 viajes compartidos, casi un millón de kilómetros ahorrados, una reducción de 56.000 litros de carburante y más de 140 toneladas de CO2 evitadas. Todo ello con cerca de 2.000 usuarios activos y más de 20.000 plazas de aparcamiento liberadas en los centros de trabajo.
Impacto de la campaña #YoSíComparto

40.956
viajes compartidos

941.988 km
ahorrados

56.106 litros
de carburante reducidos

140.165 kg
de CO2 evitados

1.994
usuarios activos

20.129
plazas de parking liberadas
Una apuesta global para la movilidad sostenible
El compromiso de Banco Santander con la movilidad sostenible traspasa las fronteras españolas. En México, donde también opera, el grupo ha firmado una alianza estratégica con VEMO, compañía especializada en electromovilidad, para acelerar la adopción de tecnologías limpias.
En Reino Unido, Santander UK patrocina desde 2015 el sistema público de bicicletas compartidas Santander Cycles, operado por Transport for London (TfL). Esta iniciativa ha permitido recorrer más de 300 millones de kilómetros en bicicleta y ha evitado la emisión de más de 20 millones de kilos de CO2, con una flota que supera las 14.000 bicicletas distribuidas por ciudades como Londres, Milton Keynes, Swansea o Brunel.
Todas estas medidas, tanto a nivel local como internacional, responden a una visión integral que busca avanzar hacia una movilidad corporativa más eficiente, saludable y respetuosa con el entorno. Un compromiso tan positivo como necesario para contribuir a los ODS.
Producido por EcoBrands