Hablemos de futuro. En colaboración con Santander

Banco Santander continúa avanzando en la reducción de su propia huella ambiental

  • La entidad ha reducido el 86% de sus emisiones de CO2 desde 2011
  • Un 37% de la plantilla trabaja en oficinas con algún certificado de calidad ambiental o eficiencia energética
Nuria Hueso Gutiérrez

Cómo imaginamos el mundo dentro de unas décadas es una incógnita que nos habremos planteado todos alguna vez. ¿Cómo será el planeta que heredarán las próximas generaciones? Aunque predecir el futuro es el más imposible de los imposibles, hay algo que sí está en nuestras manos: nuestras acciones diarias tienen el poder de influir en el mañana y definir el legado que dejaremos en este planeta Tierra.

Separar residuos desde el origen, reemplazar botellas de plástico por las de cristal o moverse en transporte público en vez de en coche son pequeños gestos diarios que ayudan a reducir nuestro impacto en el medio ambiente. Aunque, la reducción de la huella ambiental no es solo responsabilidad ciudadana. La destrucción de la biodiversidad o los bruscos cambios meteorológicos a los que estamos atendiendo en la actualidad son evidencias frente a los que la sociedad en su conjunto no debe ponerse de perfil.

Tampoco los sectores económicos. Así lo indica el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 sobre Alianzas para Lograr los Objetivos de las Naciones Unidas porque "para que una agenda de desarrollo sostenible sea eficaz, se necesitan alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil". En este sentido, son muchas las empresas que toman partido ante la emergencia climática y cuentan con estrategias para reducir su huella ambiental.

Banco Santander tiene un plan para contribuir a un mundo más limpio

En este contexto, al amparo del Acuerdo de París sobre el cambio climático para frenar el calentamiento mundial, hay empresas que han reducido considerablemente sus emisiones. En el caso de Banco Santander, desde 2011 su búsqueda de la eficiencia energética le ha permitido reducir el 86% de sus emisiones de CO2. Desde 2001, año en el que la entidad empezó a medir su huella ambiental, su impacto energético no ha dejado de minimizarse. ¿El motivo? Una estrategia bien planificada como escudo para afrontar la emergencia climática que pasa por frenar el propio impacto ambiental de su actividad.

Esta estrategia está compuesta por iniciativas para la reducción de las emisiones de CO2 y compensar las que no puedan reducirse, reducir y gestionar los residuos y aumentar la conciencia de los empleados. En lo correspondiente a las emisiones directas e indirectas se ha frenado el 86% de las actividades propias en los edificios y oficinas comerciales de la entidad desde 2011. Un objetivo que el pasado año pretendía reducir el 75% en comparación con 2020. La pregunta es cómo el Banco Santander ha alcanzado estos objetivos. Y la respuesta está en las iniciativas que han impulsado para conseguirlo:

  • Hacer un mejor uso del espacio en la ocupación de los inmuebles y locales comerciales para que estén mejor ubicados y que sean más eficientes y autónomos.
  • Eficiencia en la gestión de mantenimiento y explotación de oficinas y redes con motores de mejora continua ambiental.
  • Fomentar la concienciación e implicación de la organización en el compromiso ambiental.
  • Mejorar las instalaciones de calefacción, climatización, alumbrado, domótica y control con nuevos sistemas más eficientes y asequibles.
  • Mayor oferta de tecnologías y vehículos de las flotas Santander.
  • Comprar energía renovable o certificados o derechos de origen renovable.

Banco Santander enmarca estas medidas en un Plan 2022/25, que cerró 2024 con una inversión acumulada de 38,3 millones de euros y que permitió reducir cada año más de 69,3 GWh en proyectos de eficiencia para hacer de las instalaciones de Banco Santander espacios más eficientes. Por ejemplo, un 37% de la plantilla de la entidad financiera trabaja en oficinas con algún certificado de calidad ambiental o eficiencia energética. Es el caso de la certificación Breeam Excellent de los servicios centrales de Santander en la ciudad inglesa de Milton Keynes o la calificación Breeam Excepcional a la nueva sede del Banco Santander en su ciudad origen.

Comprometidos con un uso responsable de la energía

Otro de los aspectos que hace a Banco Santander una entidad comprometida con el medio ambiente es centrar otra de sus vías de actuación en medidas para la eficiencia energética. Del total de la electricidad de los diez principales países donde se ubica la entidad, un 96% de ella es certificada renovable.

Además, en los garajes de sus edificios están habilitados un total de 2.103 plazas con puntos de recarga eléctricos y han sustituido los combustibles directos por otras formas de energía actualizando las flotas de vehículos de la entidad. Pasos que suman en el camino de las cero emisiones netas de carbono para 2050.

Hacia una gestión eficiente y sostenible de los residuos

La entidad bancaria considera entre otras medidas relevantes gestionar de forma eficiente los residuos generados de su actividad. Por ejemplo, desde 2021 sus oficinas y edificios estuvieron libres de plásticos de un solo uso. De hecho, la Ciudad Grupo Santander y los edificios de servicios centrales de Santander España ya gozan de la certificación Zero Waste. Acciones orientadas a preservar el entorno en el que vivimos y generar concienciación entre los empleados en particular y en la población en general.

Entre todos resulta más sencillo

De este modo, la sensibilización es uno de los pilares de la estrategia de Banco Santander para reducir el consumo y el desperdicio. A través de campañas locales y globales, conciencian a sus empleados en el uso eficiente de los recursos y la importancia de hacer pequeños esfuerzos para proteger el medio ambiente.

Pasos firmes hacia un horizonte 2030 sostenible

Banco Santander mantiene su esfuerzo constante para reducir su huella ambiental y cuenta con un nuevo plan de eficiencia con la vista puesta en 2030. Para ello, impulsa nuevas medidas centradas en el uso de las energías renovables y la autogeneración, la eficiencia energética y la reducción de consumos y de las emisiones directas. Algunas de estas medidas son las siguientes:

  • Proyectos de eficiencia de alumbrado.
  • Proyectos de eficiencia de climatización.
  • Comunicación y formación interna para concienciar al empleado en la eficiencia de los consumos de agua, electricidad y papel.
  • Proyectos de reforma y actualización de locales comerciales.
  • Sustitución de emisiones directas por otras formas de energía.
  • Prevención de fugas de emisiones directas en instalaciones de climatización y actualización y modernización de estos sistemas.
  • Actualización de las flotas de vehículos de Santander con vehículos híbridos y eléctricos.
  • Sustitución de calderas de gasoil o gas por sistemas y/o tecnologías de bomba de calor eléctricas.
  • Alianzas con empresas y gobiernos para compartir las mejores prácticas y acelerar el progreso frente al cambio climático.

Estas, entre otras iniciativas, completan la estrategia de sostenibilidad diseñada por Banco Santander para contribuir al respeto por el medio ambiente.

Cuidar del planeta es tarea de todos, y eso incluye a sus ciudadanos, sus empresas, organizaciones y gobiernos. Un compromiso que empieza desde nuestro ámbito de acción más reducido, en casa o, en este caso, en sus oficinas. Con pasos firmes y acciones concretas, Banco Santander tiene claro que los objetivos ambientales deben estar al mismo nivel que los financieros. Aunque sea difícil, las generaciones actuales tenemos el deber de dar el testigo de un planeta mejor a las generaciones futuras. Porque el futuro que queremos comienza en las decisiones que tomamos hoy.

Producido por EcoBrands