En España hay 24,5 millones de mujeres. Casi 11,5 millones están activas (entre ocupadas o paradas) dentro del mercado laboral, según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), lo que supone un 47,37% del total. En 1975, hace casi 50 años, era de un 33%. La participación de la mujer en el mercado laboral español ha experimentado entonces un importante crecimiento desde comienzos del siglo XXI.
Dentro de las mujeres activas, algo más de 2 millones trabajan bajo un contrato a tiempo parcial; es decir, que un 75% de los contratos a media jornada recae en mujeres. La razón principal es que no encuentran un trabajo a jornada completa o que se hacen cargo solas del cuidado de niños, enfermos adultos, incapacitados o personas mayores.
Aspectos aún más negativos, por ejemplo, se reflejan en que casi el 60% de los 2,7 millones de parados en España son mujeres (1,6 millones), y que la brecha salarial entre géneros se sitúa en 2023 en un 19%, aparte de que los complementos salariales y los bonus también suelen beneficiar más a los hombres.
Pese a todo, las mujeres ocupan alrededor del 34% de los puestos directivos en empresas privadas, porcentaje que asciende al 40% en el sector público. Ese ascenso paulatino a lo largo de los años, pero aún con resultados injustos, contrasta además con que el 60% de los graduados universitarios son en realidad graduadas, mujeres más preparadas que nunca.
España es un referente mundial indiscutible en esta revolución social y económica en el papel de la mujer en las empresas y el mercado laboral, pero es una evolución todavía por completar.
Santander W50 nació en este contexto de evolución social y ahora, en su 14ª edición, contribuye a él como probablemente el mejor programa de desarrollo de talento femenino del mundo. La entidad vuelve a estar acompañada por la London School of Economics (LSE). Cincuenta mujeres se unen a las 800 anteriores, procedentes de 11 países distintos, que ampliaron sus conocimientos sobre liderazgo y dirección, ganaron reconocimiento y visibilidad pública, y ya forman parte de una prestigiosa red global.
Las convocatorias locales de este año en cada uno de esos 11 países (Alemania, Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México, Polonia, Portugal, Reino Unido y Uruguay) se abrieron el pasado 4 de noviembre y finalizan el 7 de enero de 2025. Toda la información está en Santander Open Academy. Las candidatas deben contar con al menos 10 años de experiencia profesional y ostentar un cargo de alta dirección. La propuesta debe incluir una breve biografía y una carta de motivación.
La selección de las 50 mujeres ganadoras de los 11 países estará a cargo de un equipo de expertos que valorarán la trayectoria profesional de las candidatas, y su impacto e influencia en su entorno. Todas (550) recibirán un curso online sobre liderazgo femenino con certificado de London School of Economics, formarán parte de la comunidad global de SW50 y optarán a la convocatoria global de SW50. Las 50 finalistas serán seleccionadas por LSE y podrán disfrutar de una formación presencial de alto rendimiento en Londres, impartida por LSE que incluye el coste del curso, tasas de matrícula y alojamiento.
La esencia del programa es brindar al mayor número posible de mujeres directivas más herramientas con las que no solo perfeccionar su propio estilo de liderazgo, sino también impulsar su trayectoria profesional y estar preparadas para acceder a puestos de más alta dirección o en juntas directivas.
Las 50 profesionales escogidas profundizarán mediante un programa formativo de élite mundial en liderazgo, poder e influencia, entre otros temas. El programa Santander W50 es una evidencia más del compromiso institucional que Banco Santander mantiene dentro y fuera de su organización con la igualdad de género en todos los países donde opera, en los que promueve y potencia el desarrollo del talento femenino.
Ana Botín: "Tener una mayor proporción de mujeres en puestos directivos es justo y bueno para las empresas".
Ana Botín, presidenta de Banco Santander, asegura: "Tener una mayor proporción de mujeres en puestos directivos es justo y bueno para las empresas. Además de talento, las mujeres ofrecen habilidades complementarias como una mejor comunicación interpersonal, cooperación, pensamiento horizontal, mayor empatía y capacidad para priorizar".
El Consejo de Administración de la entidad alcanzó en 2019 una representación femenina de entre el 40 y el 60% en su composición, porcentajes por encima de la media entre las grandes empresas cotizadas de España y de Europa; y un 35% de los miembros de su alta dirección son igualmente mujeres. Esta responsabilidad se expande a toda la sociedad con programas como Santander Women Network, con el que la entidad apoya una gran cantidad de proyectos a nivel mundial realizados por mujeres emprendedoras, con el fin de impulsar el talento y el liderazgo femenino. Esta red está hoy conformada por más de 7.000 mujeres de 10 países.
Estas y otras políticas permitieron que Banco Santander fuera destacado el año pasado con el Índice de Igualdad de Género de Bloomber global (Bloomberg Gender-Equality Index, GEI), que reconoce la excelencia y el compromiso en materia de igualdad.
Producido por EcoBrands