La convención republicana en la que Donald Trump sería nominado como el candidato del partido a la elección presidencial de Estados Unidos buscará posicionar al multimillonario frente a los votantes como un líder que puede defender al país de las amenazas de los delitos violentos y los militantes islamistas. La anécdota en la primera jornada de la convención, que culminará el jueves, la puso la esposa de Trump, con un discurso muy parecido al pronunciado por Michelle Obama en 2008, y con un perfil que trata de dulcificar el carácter agresivo del magnate.
Un grupo de veteranos del partido, que están preocupados por el temperamento de Trump y sus políticas, se mantuvieron al margen de la convención que comenzó el lunes en Cleveland, ensombrecida por los recientes ataques contra policías tras la muerte de hombres negros a manos de efectivos de la fuerza.
Algunos miembros de la élite republicana están alarmados por las declaraciones provocativas de Trump sobre los inmigrantes y los musulmanes y el quiebre con la posición ortodoxa del partido en temas como el comercio. El empresario irrumpió en la escena política y es el gran candidato a representar al partido en la elección del 8 de noviembre sin haber ocupado cargos públicosantes.
El ataque del domingo en Baton Rouge que dejó tres policías muertos sobrevuela la reunión, cuyo tema para el primer día será la seguridad. Trump busca posicionarse como alguien que puede garantizar la tranquilidad de los estadounidenses, apelando al éxito de la campaña de Richard Nixon en la carrera por la presidencia en 1968.
La mayor preocupación de los estadounidenses por la seguridad podría llevar a los votantes a elegir a Trump por encima de la precandidata demócrata Hillary Clinton.
Grandes ausencias republicanas
Pero si Trump quiere unificar al partido, deberá encontrar la manera de proyectar autoridad sin referirse en sus particulares términos a temas como inmigración, delito y seguridad, algo que lo aleja de muchos votantes, incluidos republicanos.
En una clara muestra de la división entre los republicanos, figuras de la talla de Mitt Romney y el senador John McCain, los candidatos del partido para las elecciones de 2012 y 2008, y miembros de la familia Bush no irán a Cleveland para distanciarse de Trump.
De hecho, esta división también cristalizó con el abandono de la convención de un grupo de delegados republicanos contrarios a Trump, que pidió sin éxito que la votación se realizara a viva voz, lo que facilitaría transparencia sobre los apoyos reales del millonario.
Los delegados antiTrump defendieron esta vía coreando la consigna "roll call" (votación a viva voz) poco después de que la dirección del Partido Republicano aprobara por aclamación la normativa nada más comenzar la convención, que este año se celebra en la ciudad de Cleveland. Esta normativa prohibía la petición de una votación a viva voz. La dirección del partido ha argumentado que no había suficiente apoyo para convocar una votación a viva voz que evidenciaría los partidarios reales de Trump. Entonces, algunos delegados salieron del edificio en protesta.
El multimillonario ha generado controversia con su plan de construir un muro en la frontera con México y la idea de impedir temporalmente el ingreso de musulmanes al país. Pero en la convención, el partido tratará de mostrarlo como un líder fuerte que llega para cambiar las cosas.
Se espera que Trump, de 70 años, acepte la nominación el jueves por la noche tras ser formalmente elegido el martes. Su candidato a vicepresidente, el gobernador de Indiana Mike Pence, de 57 años, dará un discurso el miércoles.
Melania Trump: el contrapunto y la anécdota
La esposa del virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Melania, ha presentado durante la primera jornada del acto de la formación republicana a su marido, Donald Trump, como un líder con talento, compasivo e implacable, que más que dividir el país lo unirá si sale elegido. Se trata de su primera intervención de carácter político, en la que la diseñadora de joyas y exmodelo eslovena comenzó asegurando que durante los 18 años que lleva con Trump, ha sido "consciente del amor que siente hacia su país" desde el primer momento en que se conocieron.
Melania ha indicado que Trump es "duro cuando tiene que serlo", pero también es "amable, justo y cariñoso", según declaraciones recogidas por la agencia Reuters. "Donald quiere prosperidad para todos los estadounidenses", ha afirmado en su intervención, que ha buscado suavizar la imagen de un político al que se le ha acusado en repetidas ocasiones de ser cruel e intolerante.
La anécdota que horas después ha circulado en redes sociales y medios de comunicación se refiere precisamente al propio discurso de Melania. Tras asegurar a un periodista que ella misma lo escribió "con la mínima ayuda", las similitudes entre algunas partes de su discurso y el pronunciado por Michelle Obama para apoyar la candidatura de su marido en 2008 han sorprendido.
Un portavoz de campaña de Trump ya ha admitido que esta circunstancia "ha podido deberse a un error de los redactores de discursos de Melania". La burla en redes sociales no se ha hecho esperar, e incluso apuntan a que el 'tuit' con el que Obama felicitó entonces a su esposa es idéntico al que Trump ha recurrido hace unas horas para el mismo fin.
OH. MY. GOD. #RNCinCLE pic.twitter.com/tiXNpcleqw
? Diane N. Sevenay (@Diane_7A) 19 de julio de 2016
Horas después, el director de campaña del Trump, Paul Menafort, defendió en una rueda de prensa la autenticidad del discurso de Melania, asegurando que "las palabras que usó eran personales para ella".
La imagen menos positiva
Según una encuesta de Gallup publicada este lunes, Melania Trump tiene el peor porcentaje de apoyo de una primera dama desde que la encuestadora comenzó sus mediciones en 1992. El sondeo, que se ha completado poco antes de comenzar la convención, muestra que el 28 por ciento de los estadounidenses ven a la virtual primera dama de forma favorable, frente al 32 por ciento de los que la ven de forma negativa. Un altísimo 40 por ciento no está seguro de su respuesta.
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