
El conocido barrio bruselense de Molenbeek no es la única zona en la que la Policía se piensa más de una vez cómo entrar para practicar un registro o una redada. En Europa existen otros puntos calientes en los que las fuerzas de seguridad no se atreven a entrar porque algunos de sus inquilinos son quienes controlan el imperio de la droga, las bandas violentas o el fenómeno del yihadismo. En Europa hay cinco barrios con estas características, y uno de ellos está en España.
Molenbeek (Bélgica) es uno de ellos. Posiblemente el más conocido a raíz de los atentados en París del pasado 13 de noviembre, y cuyos autores, al menos algunos de ellos, salieron presuntamente de esta zona marginal del corazón de Europa.
Molenbeek, recuerda este martes lainformación.com, es un barrio "que las autoridades no controlan", según el propio ministro del Interior belga, Jan Jambon. Allí se ubican 22 mezquitas, y también allí hay vinculaciones con extremistas islámicos desde hace décadas.
El 11-M también tiene una conexión con Molenbeek, se trata de Youssef Belhadj. En la capital de Bélgica también sufrió el atentado en el Museo Judío de Bélgica en el que Mehdi Nemmouche. Además, un vendedor de armas de la ciudad fue arrestado por proveer armas a Amedy Coulibaly, el terrorista que atacó un supermercado kosher de París.
Roubaix (Francia)
Roubaix es un punto caliente sin duda, extensión de la conflictiva Lille (límite fronterizo con Bélgica). Se dice que es la ciudad más pobre de Francia. Asociada desde de la década de los noventa a la desindustrialización, a la delincuencia, Roubaix tiene grupos ligados a Al Qaeda y más tarde a la raiz yihadista.
Rosengard (Suecia)
Rosengard, en Malmö, tercera ciudad de Suecia, en la que viven un buen número de inmigrantes musulmanes de origen libanés, bosnio, iraquí y kosovar, fue testigo en los años 90 de la violenta desocupación de una mezquita en la que hubo fuertes altercados. La policía sueca no se atreve a entrar, e intenta intervenir lo menos posible, incluso a la hora de pedir un DNI, lo que provoca la respuesta inmediata de la población con la oposición a la actividad de la policía.
De este barrio es Jalid al-Yousef, un musulmán nacionalizado sueco de 43 años al quien se acusa de financiar movimientos terroristas como Hamás y las "Brigadas de los Mártires de al-Aqsa", y de reclutar jóvenes decididos a inmolarse en atentados suicidas.
El Príncipe, en España
El barrio del Príncipe, en Ceuta, en el límite con Marruecos, se ha hecho muy conocido en nuestro país gracias a la serie de televisión de T5 que lleva el mismo nombre.Según el Ministerio de Interior, este entramado de calles, callejuelas, pasadizos y terrazas es la zona más conflictiva y peligrosa de España.
Aunque la presión policial logró desplazar a las bandas de narcontraficantes a Marruecos, en la actualidad hay otras bandas que fomentan y protegen la trata de blancas, la inmigración irregular y el yihadismo.
Aquí, Interior se lleva trabajando años e investigando posibles captaciones que se pudieran hacer para la yihad en la zona, al igual que ocurre en otros puntos de España. En esta zona, la policía tiene que entrar cubierta de material antidisturbios porque muchas veces es atacada con piedras y palos.
Secondigliano (Italia)
Cuna de la mafia napolitana. Después de Oriente Medio, es una de las zonas más peligrosas del mundo, la que se une el problema de la Camorra napolitana.
En Secondigliano -publica lainformacion.com- no entra la policía. El barrio entero está en poder de la mafia, y cualquier actividad que haga en el barrio pasa por pedirle permiso a la Camorra, en el que el imperio de la ley de las grandes familias mafiosas es habitual presenciar tiroteos y apuñalamientos.