
Las victorias hicieron de Napoleón uno de los nombres propios del siglo XIX, pero sus derrotas fueron, casi, más sonadas. Su campaña en Rusia fracasó debido al viento gélido y a las enfermedades de sus soldados.
Ésta era la versión oficial hasta ahora que dos nuevos estudios han corroborado que el hambre pudo jugar un papel fundamental, según ABC.
Investigaciones realizadas a restos hallados en Lituania han dado con esta conclusión por la aparición de un alto nivel de isótopos de nitrógeno, algo que sucede cuando el cuerpo sufre una falta grave de proteínas.
Los estudios realizados por Serenela Pelier y Sammantha Holder han sido publicados en Forbes. Pelier analiza los isótopos de oxígeno y Holder hace lo propio con los de nitrógeno para conocer la dieta de los sujetos y determinar si sufrían falta de alimentos.
La ofensiva francesa en Rusia
Napoleón envió 675.000 hombres hacia el este para evitar que el zar Alejandro I se lanzase sobre Polonia. El problema surgió meses después cuando, tras avanzar hasta Moscú, la 'Grande Armée' francesa tuvo que recular debido al frío y a las enfermedades que ponían en jaque a los galos. A su llegada a Smolensk, solo quedaban 41.000 soldados vivos.
El regreso hacia Europa continuó siendo caótica. En Vilna (Lituania) perecieron otros 20.000 militares debido a la hipotermia, el hambre y el tifus. En la ciudad lituana fue donde Rimantas Jankauskas encontró varias fosas comunes en 2001 con más de 3.000 cadáveres.
Un tesoro
El hallazgo de Jankauskas resultó una mina. De los restos aparecidos, Pelier pudo analizar restos del fémur de nueve de los cadáveres -ocho hombres y una mujer- para analizar si el hambre había resultado determinante.
La investigación averiguó que los restos eran de hombres no lituanos y que habían estado en la Península Ibérica y en África antes de llegar hasta allí. Los restos de la mujer provenían del sur de Francia.
Holder analizó los restos de isótopos de carbono y de nitrógeno y determinó que los 73 cadáveres presentaban altos niveles de isótopos de nitrógeno, algo que sucede cuando se necesita de manera urgente ingerir proteínas.
"Los periodos prolongados de inanición se produjeron, probablemente, debido al servicio militar o a sus viajes por Europa", ha determinado Holder.
Las conclusiones son provisionales aunque parece evidente que la falta de alimentos fue determinante en el fracaso de la ofensiva rusa de Napoleón.