El gigante asiático ha optado por incrementar las provisiones de reserva de los bancos, por segunda vez en cinco semanas, para frenar al elevado nivel de préstamos, uno de los motores inflacionistas que más preocupan al Banco Central de China (BCC).
Esta es la segunda vez en cinco semanas que las autoridades incrementan los niveles de reserva de los bancos, ya que el auge de la construcción y un crecimiento de dos dígitos en los préstamos podrían conducir a peligrosos y elevados niveles de deuda.
El nuevo ajuste se produce dos días después de que las autoridades chinas hicieran públicos los datos sobre el crecimiento económico chino, que se disparó hasta el 11,3% del PIB en el último trimestre, el porcentaje más alto en diez años.
El ajuste que entrará en vigor el próximo 15 de agosto, incrementará el porcentaje de reserva bancaria cinco puntos hasta el 8,5%, y tiene como objetivo "reforzar el control de la liquidez, contener el crecimiento excesivo de los créditos y salvaguardar el desarrollo económico", señaló la institución.
