
El 89% de los ciudadanos está preocupado por la posibilidad de la quiebra del euro y las repercusiones negativas que acarrearía este hecho, si bien solo un tercio de los consultados cree que España tendrá que ser rescatada por la UE.
Estos datos están recogidos en el barómetro cuatrimestral sobre política exterior publicado hoy por el centro de análisis Real Instituto Elcano.
El estudio, realizado a un millar de personas en la segunda quincena de marzo y actualizado entre los días 13 y 17 de este mes, revela que el 84,1% de los españoles cree que la situación económica es mala.
Solo un tercio de los consultados (35,3%) se inclina por pensar que la situación mejorará en el futuro, porcentaje similar al que responde que seguirá igual y algo superior al de los que auguran que empeorará (28,4).
¿Un rescate para España?
Este pesimismo tiene su traslación cuando se pregunta por la posibilidad de la quiebra del euro.
El 89% ve importante esta amenaza, por lo que el Real Instituto Elcano concluye que existe "alarma social" en torno a este posible escenario.
No obstante, más de la mitad de los españoles (57,3%) está convencida de que España no tendrá que ser rescatada, frente al 30,8% que sí lo cree.
Estos porcentajes son parecidos a los que vaticinan que Grecia deberá salir del euro (53,8) y a los que no lo creen (32).
Aunque Alemania es el país mejor valorado por los consultados, con una nota de 6,4, tres de cada cuatro ciudadanos consideran que esta nación no tiene en cuenta los intereses de la economía española.
El 73,8% de los ciudadanos piensa que España debería reforzar sus relaciones con Alemania, ya que una amplia mayoría (87%) está de acuerdo en que es el país que manda en Europa.
Líderes mejor valorados
La canciller germana, Angela Merkel, es la líder mundial más valorada -recibe una nota de 5,6-, por detrás del estadounidense Barack Obama (6,2).
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ve disminuir su valoración del 5,1 al 4,1, al igual que el primer ministro italiano, Mario Monti, que pasa del 4,8 al 3,8.
Ambos dirigentes han señalado a España en los últimos días como un problema en la crisis de la zona euro.