Argentina, que siempre se jactó de tener más vacas que habitantes, está al borde de la inédita situación de importar carnes para saciar un mercado doméstico donde el "jugoso bife" es central en la mesa diaria.
Con un rodeo de 55,4 millones de cabezas, los bovinos continúan siendo más que los 40 millones de personas que habitan el país de las verdes pampas, pero la población vacuna sufre una fuerte contracción desde 2006 y caería a 47,9 millones en 2010, según fuentes del sector consultadas.
"Nuestra situación es grave por la sequía, con mucha mortandad de animales, y por la falta de incentivos para producir porque, hoy por hoy, perdemos dinero", aseguró Ariel Toselli, productor y director de la Federación Agraria de La Pampa, zona ganadera emblemática.