La cadena de comida especializada en la elaboración y venta de comida casera apuesta por reforzar su presencia en Madrid y por aumentar el número de los restaurantes a los que ya sirve.
La Cazuela, la cadena de restauración especializada en la elaboración y venta de comida casera, tradicional y de puchero, ha decidido confiar su expansión a la franquicia, con la que pretende alcanzar la cifra de los 25 locales operativos en España de aquí a final de año.
Fundada en 2016 en Salamanca por cuatro socios inversores, la enseña cuenta actualmente con cinco establecimientos abiertos en Madrid, de los que dos son propios -el de la calle Alcalá, 185 y el de la calle Orense, 15, ambos en Madrid capital- y otros tres -dos en Salamanca y un tercero en Madrid- franquiciasque operan bajo el modelo de la franquicia.
Un modelo que podría acoger una decena de nuevos locales de la cadena a lo largo del presente ejercicio, según ha explicado a elEconomista Franquicias José Manuel Pérez Olivares, director de Operaciones de La Cazuela. Los otros diez establecimientos previstos en el plan de expansión de la enseña podrían echar a andar en calidad de locales propios o participados por inversores externos y los propietarios de la marca.
Prioridad: Madrid
De momento, de las 20 aperturas previstas para 2018, ya hay dos que cuentan con locales asignados y que, según matiza Pérez Olivares, comenzarán a operar en las próximas semanas en Madrid. De hecho, ésta es la región en la que la marca quiere potenciar su presencia este año tanto en barrios residenciales como en zonas de oficinas o de mucho tránsito comercial.
En todas ellas, La Cazuela busca locales de entre 50 y 80 metros cuadrados, diáfanos, con fachadas de entre 6 y 8 metros cuadrados, ubicados a pie de calle y sin necesidad de salida de humos. Locales que en su inmensa mayoría estarán por tanto ubicados en Madrid, pese a que Pérez Olivares reconoce que la marca cuenta con una opción de desarrollo en la provincia de Alicante, de la mano de un inversor de esa zona.
Independientemente de dónde estén ubicados esos establecimientos, la cadena exige a sus franquiciados 15.000 euros para el canon de entrada y una inversión inicial estimada en 1.000 euros por metro cuadrado.
Además, los emprendedores que se unan a esta enseña tendrán que firmar un contrato con la matriz de 10 años de duración y abonar dos royalties mensuales, de un 5 y un 1 por ciento sobre ventas por la explotación de la marca y las acciones de marketing, respectivamente.
Dada la cantidad necesaria para abrir un establecimiento de La Cazuela, Pérez Olivares sostiene que la firma es apta tanto para inversores como para personas que busquen en la franquicia una opción de autoempleo. Tanto en uno como en otro caso, la matriz no exige que sus franquiciados tengan experiencia en el sector, ya que los platos vienen de la cocina central que la enseña tiene en Salamanca.
Platos que además de los propios de la cocina tradicional y de puchero ofrecen opciones veganas, dulce. Los datos del directivo sitúan en 7,20 euros el precio del menú -con cuatro primeros y cuatro segundos a elegir, sin postre y sin bebida- y entre 6 y 12 euros las comandas realizadas fuera del menú.
Además del servicio para llevar -aunque existe la opción de implantar un rincón para degustación in situ tal y como existe en el local de la calle de Alcalá de Madrid-, la cadena ofrece a sus clientes servicio a domicilio diario y/o semanal.
Además de reforzar su presencia con locales físicos, La Cazuela quiere que 2018 también sea un año en que aumente el número de restaurantes que confían en su cocina para después servir en sus propios establecimientos.
A día de hoy, La Cazuela cuenta con clientes hosteleros en las provincias de Madrid, Salamanca, Barcelona y Valencia. Con esta división, la enseña logra actualmente el 40 por ciento de su facturación frente al 60 por ciento proveniente de los establecimientos físicos.
Establecimientos que, según Pérez Olivares, requieren de tres personas para poder operar en horario ininterrumpido de 11 de la mañana a diez de la noche.