Franquicias

El 40% de las franquicias echan a andar con menos de 60.000 euros

  • La mayoría de marcas apuesta por formatos más pequeños y accesibles

La teoría nos dice que el porcentaje de franquicias que requiere de una mayor inversión debería aumentar a medida que pase la crisis, pero la práctica nos indica justamente lo contrario. Nos hemos quedado anclados en la tendencia de que la inversión en franquicia no ha de ser alta, incluso en el sector de la hostelería que es el que, tradicionalmente, ha subido esas cifras". Así de contundente se muestra con elEconomista Santiago Barbadillo, presidente y fundador de Barbadillo y Asociados al analizar la situación de la franquicia en España en este arranque de año. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Franquicias

Un año en el que, a su juicio, esa inversión no aumentará, sino que como máximo permanecerá estable. Actualmente y según los resultados de su última Guía de Franquicias en España -la XXV-, cuatro de cada diez franquicias en nuestro país puede echar a rodar con un desembolso de 60.000 euros por parte del franquiciado. El porcentaje asciende hasta el 70% de las cadenas si se dobla ese presupuesto hasta los 120.000 euros.

Las cadenas especializadas en ofrecer servicios a empresas -enseñas de asesoría, seguros, administración de fincas…- o a personas -sastrerías, cuidados de belleza y estética con poca maquinaria como marcas de depilación, manicura, masajes, peluquerías- y moda y complementos son las que más oxígeno están dando a esa tendencia que permite a muchos emprendedores subirse al carro de la franquicia sin hacer una elevada inversión.

Restaurantes más pequeños

A este listado se suma ahora el sector de la hostelería. Muchas de las enseñas de este sector han visto cómo un ajuste del tamaño de sus locales ajustaba también a la baja su inversión mientras crecía el número de candidatos interesados en abrir una franquicia de su enseña. "La hostelería ha asumido que ha de tener inversiones más bajas con locales más pequeños, de unos 300 metros cuadrados máximo, pero que ofrezcan servicio a domicilio y/o take away (para llevar)", explica Barbadillo.

Aunque hay incluso cadenas de restaurantes que han apostado por reducir sus formatos con una subfranquicia dentro de su franquicia adaptable al modelo quiosco, por ejemplo, son las enseñas especializadas en productos asociados con el cuidado del cuerpo y la salud las que más lo han hecho hasta el momento. En esa lista se encuentran las cadenas de yogures helados, smoothies, dietistas, nutricionistas... Todas ellas requieren de espacios muy pequeños para operar y por tanto de inversiones bajas para arrancar.

Según explica Santiago Barbadillo en 2018 esta tendencia se mantendrá en nuestro mercado, donde la franquicia buscará principalmente locales de entre 50 y 80 metros cuadrados para expandir sus redes. Locales que, matiza, "son los que permiten tener unas inversiones relativamente bajas".

En concreto y según las cifras del experto consultado por nuestra publicación, el 36,5% de las franquicias que operan en España actualmente requiere de una superficie de hasta 50 metros cuadrados, y el 31,5%, de 51 a 100 metros cuadrados. Por encima de los 100 metros cuadrados se encuentra el restante, sólo el 32%.

La importancia de la localización

Ahora bien, la superficie del local no es la única condición para que esas franquicias de baja inversión puedan empezar a operar. La localización de dichos locales es si cabe más importante que el tamaño. Para Barbadillo, esos negocios "en la mayoría de los casos de impulso, han de estar en lugares de mucho tránsito, en zonas de oficinas con altos picos de consumo a la hora del desayuno o la comida, en zonas comerciales o en zonas céntricas de las grandes ciudades.

Esas ubicaciones suelen además atraer, por su reputación y afluencia de público, a muchos potenciales franquiciados, y muy especialmente a los que tienen un perfil de autoempleo cuando se trata de franquicias de baja inversión. "En las franquicias que requieren de inversiones por encima de los 130.000 euros el autoempleo apenas aparece", explica Barbadillo. Donde sí aparece ese perfil es en las franquicias en las que, aparentemente, es necesario disponer de un menor capital inicial.

Y es en este punto donde Santiago Barbadillo eleva la voz de alarma al asegurar que pese a que la tendencia de la baja inversión en las franquicias es un hecho, en muchas de las que se promete un desembolso de hasta 60.000 euros la cantidad aumenta con costes no presupuestados y sí necesarios desde incluso antes de empezar a funcionar.

Costes que, avisa, tienen que ver por ejemplo con los derivados de la obra civil para acondicionar el local o con el pago del IVA, del 21%, que en muchas ocasiones no están detallados en la inversión inicial de las franquicias.

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