Doce años después de aparecer en la escena empresarial española, y tras una década de franquiciar su negocio, Nails Factory se dispone a dar su primer salto internacional.
Si sus planes salen según lo previsto, la cadena especializada en tratamientos de belleza integral de manos y pies y en la depilación con hilo, implantará fuera de nuestras fronteras un primer establecimiento antes del fin del próximo verano.
Aunque no hay duda de que el país elegido será Portugal, la directora general de Nails Factory, Yolanda Beltrán, ha explicado a elEconomista Franquicias que el primer local de la firma podría ubicarse tanto en Oporto como en alguna localidad del sur del territorio vecino, en la zona del Algarve.
"Nuestra intención es que el Nails Factory de Oporto sea una franquicia de uno de nuestros franquiciados de Galicia para no perder el control de la marca", sostiene la directiva. Precisamente para no entregar la enseña a un masterfranquiciado fuera de España, Beltrán sostiene que la idea es que el local del Algarve portugués sea propio o esté explotado bajo el paraguas de la franquicia por algún franquiciado de la enseña en áreas próximas a esa región, como Extremadura o Andalucía.
Además del plan de internacionalización para Portugal, Beltrán sostiene que la enseña podría llegar a finales de este año a Italia, donde tampoco quieren un masterfranquiciado. Aunque el lugar por el que empezar su expansión en el país vecino no está del todo definido, la directora general de esta cadena apuesta principalmente por la zona norte del país, y más concretamente por la ciudad de Milán.
De vuelta a España, la enseña también busca arañar territorio y abrir durante este año unas 25 nuevas unidades, para que al término del ejercicio Nails Factory cuente con unos 150 locales operativos en nuestro país.
Zonas de interés en España
Aunque la enseña está interesada en crecer en todo el territorio nacional, Yolanda Beltrán quiere que la firma llegue a zonas donde aún no está presente o donde aún no tiene mucho peso. En esa lista figuran los dos archipiélagos españoles -en Baleares ya están trabajando para implantarse-, el País Vasco, especialmente San Sebastián, donde todavía no tiene presencia, Huesca, Zamora o Soria.
"En España hay hueco para muchos más locales de Nails Factory. Estamos abriendo un mínimo de dos locales al mes, y creemos que podríamos llegar perfectamente a las 300 unidades sin que unas canibalizaran a otras", explica Yolanda Beltrán.
Una cifra que, según sus cálculos, la firma podría alcanzar en unos cinco años. Para entonces, la compañía podría haberse implantado -siempre según las previsiones de su directora general- en unos ocho países extranjeros entre los que figurarían Portugal, Italia, alguno más de Europa y alguno del norte de África.
Independientemente de la latitud en la que la firma se instale, su directora general sostiene que Nails Factory busca tanto locales a pie de calle como en centros comerciales. A día de hoy, la red de tiendas de la firma se divide aproximadamente en un 50 por ciento en un formato y el 50 por ciento restante en el otro.
Si a pie de calle Nails Factory cuenta con locales desde 15 a 50 metros cuadrados, en los centros comerciales la firma tiene córners o stands mucho más pequeños, de mínimo nueve metros cuadrados.
Eso sí, dejando a un lado la dimensión de sus locales, los requisitos para unirse a la red de franquicias de esta enseña pasan por hacer una inversión inicial de 15.900 euros y un canon de entrada de 7.000 euros.
Además de esas cuantías, los franquiciados que se sumen a la marca tendrán que abonar mensualmente un canon de 300 euros por la explotación de la firma y 125 euros de royalty -también cada mes- para asuntos de publicidad y marketing.
Con un ticket medio entre los 12 y los 15 euros por cliente -el esmaltado básico de uñas cuesta 6 euros y la manicura 9,90 euros-, Nails Factory busca para su expansión dos tipos de franquiciados. Si uno de esos dos perfiles corresponde a un gestor que invierte en la firma, pero no trabaja directamente en la prestación de sus servicios, el otro es el de alguien que ve en esta franquicia una opción de autoempleo.
En este último caso, la persona que invierte en la franquicia suele estar -según matiza Yolanda Beltrán- al frente y en el día a día de la misma. "Muchos de nuestros franquiciados han capitalizado el paro para abrir una franquicia de Nails Factory", apuntilla la directora de la enseña.
Con un 75 por ciento de mujeres y un 25 por ciento de hombres -aproximadamente- entre sus franquiciados, Yolanda Beltrán destaca que la compañía no sólo ha atraído a emprendedores españoles, sino a otros originarios de diveros países, como Rusia, Rumanía, Ucrania y, muy especialmente, de Venezuela.
Franquiciados extranjeros
Asimismo, la directora de la enseña sostiene que muchos de sus franquiciados son antiguos trabajadores de alguna de sus franquicias o incluso tienen puestos de responsabilidad en la cadena, como ocurre con el actual director de marketing, franquiciado de dos Nails Factory en Málaga y de otro en Pinto (Comunidad de Madrid).
El hecho de que muchos de sus franquiciados sean multifranquiciados de su enseña es para Beltrán una de las mejores señales para indicar que, pese a la competencia que existe en su sector, Nails Factory ha sabido diferenciarse. ¿Cómo? Según su directora general, apostando por ofrecer servicios muy concretos, sin diversificar, como el cuidado integral de manos y pies y la depilación con hilo.
"Creemos que cuando un negocio empieza a diversificar es muy difícil que funcione. Sabemos que en lo nuestro para funcionar necesitamos muchos pocos", sostiene la directiva, quien asegura que en 2016 su enseña facturó un 23 por ciento más que un año antes.
Emprendedora, empresaria y madre de dos hijos, Yolanda Beltrán -quien a sus 38 años tuvo que enfrentarse a un cáncer, actualmente superado- apuesta por que Nails Factory defienda diversas acciones de responsabilidad social.
Fruto de esa voluntad, la firma ya ha hecho acuerdos con la Fundación Incorpora (LaCaixa) y la Fundación del Secretariado Gitano, para ayudar a gente con dificultades sociales y económicas a no quedarse descolgada de la sociedad.
La firma colabora también con la ONG Plan España, con Médicos sin Fronteras y con la organización Pequeño Deseo, para cumplir los deseos de los niños con problemas de salud.