Franquicias

Créditos y emprendedores: el 'quid pro quo' de la financiación

  • La desconfianza provoca que el crédito no fluya con la intensidad deseada

Cuando un empresario decide abrir un negocio, todo son dudas, inquietudes y, sobre todo, ilusión. Una ilusión que muchas veces desaparece cuando le toca el turno de buscar financiación en entidades de crédito y sale del banco al que ha acudido para solicitar el crédito imprescindible para abrir el negocio sin respuestas favorables. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Franquicias

En realidad, esto no debería ser así. Cualquier relación de negociación entre bancos y emprendedores debe considerarse entre iguales. Las dos partes deben ganar en el resultado y, si esto ocurre, incluso la sociedad en general puede ganar también. Sin embargo, la desconfianza que existe casi siempre en las dos direcciones provoca que el crédito no fluya con la intensidad que debería.

Los empresarios, sobre todo cuando van a iniciar una nueva actividad, creen que el banco es el último agujero negro en el que se dilapidarán todos los ahorros o el malvado poseedor de la llave -en forma de financiación- que abra -o no- la puerta al nuevo mundo.

Castillos en el aire

De la misma manera, los bancos están cansados de escuchar y analizar proyectos asentados sobre castillos en el aire y, en muchas ocasiones, pagan justos por pecadores, por lo que muchos proyectos con un claro camino hacia el éxito se quedan en las carpetas de la denegación de préstamos tan sólo porque no han sabido convencer al gestor de riesgos.

Por un lado, los bancos necesitan otorgar créditos: es la base de su negocio. Y el riesgo es importante para las entidades crediticias pero también lo es la seguridad del cobro.

Por ello, cuando un emprendedor quiere iniciar una actividad económica, es fundamental que presente al banco un plan de negocio lo más detallado y profesional posible, de forma que el gestor de riesgos del banco compruebe la viabilidad real del proyecto.

Es cierto que muchas veces el emprendedor carece de los datos necesarios para mostrar sus capacidades, pero existen multitud de organismos oficiales que le pueden ayudar a conseguirlos. Esto, además, le otorgará mayor credibilidad a la hora de negociar en la entidad.

Fundamental para el crecimiento

En cualquier caso, ya hace varios meses que los bancos están mostrando su interés en incrementar el número de préstamos, no sólo porque hayan pasado todos los tests de estrés y tengan fondos suficientes, sino porque es fundamental para su crecimiento en un entorno cada vez más oligárquico y competitivo.

En este sentido, incluso desde el Gobierno se ha anunciado ya que la banca española solicitará en torno a 30.000 millones de euros al Banco Central Europeo para dedicarlos a préstamos a pymes en los próximos meses.

Por otro lado, el emprendedor debe ser consciente de que el dinero no se regala y que para prestarlo, es necesario una seguridad para la devolución. El banco no trata al emprendedor como un delincuente o un defraudador -aunque este lo crea-, pero sin conocerle, si no le da confianza en su profesionalidad o en su trayectoria, es complicado que le preste. Por ello, cuanta más capacidad tenga el emprendedor de demostrar que su plan es viable, mayor capacidad de acceso al crédito tendrá.

Plan de negocio

En muchas ocasiones, el emprendedor tiene una muy buena idea pero no es capaz de llevarla a cabo. Un plan de negocio bien argumentado puede ayudarle a darse cuenta de si el negocio es viable y a qué coste.

Este tipo de documentos son imprescindibles a la hora de convencer al gestor de riesgos de la entidad financiera, pero también para el propio futuro de la nueva empresa, ya que se trata de plasmar cuáles son los objetivos, las necesidades y las estrategias para que el negocio tenga éxito a largo plazo.

Y para poder llevar a cabo un plan de negocios profesional existen multitud de organismos públicos y privados que pueden asesorar al emprendedor y que servirán, además, de garantía a la hora de solicitar el préstamo.

En definitiva, una relación de mayor confianza mutua, en la que las dos partes se den cuenta de que van a ganar en el negocio porque se trata de una relación entre pares, será fundamental para llegar a buen puerto y no sólo será positivo para los implicados sino que, indirectamente, incluso para la sociedad en general el resultado será bueno, puesto que, por un lado, el banco ganará en seguridad al otorgar un crédito con garantías y no será necesario que se acuda a rescates públicos que, a la larga, merman la estabilidad del país; y, por otro, la nueva empresa creada gracias a la financiación otorgada por la entidad crediticia podrá ofrecer sus servicios aumentando la competitividad del país, incrementando el nivel de empleo y mejorando la industria.

Daniel de Melo, director senior de Fico

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