Franquicias

Comess Group: "Detectamos que había mercado para una cervecería más tradicional y desarrollamos Casa García"

  • "España no exporta recetas, sino una manera de comer, compartiendo, con bullicio..."
  • "Hay cierta alegría en el consumo y el clima también está ayudando"
Manuel Robledo, presidente de Comess Group. Imagen de Nacho Martín
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El sector de la hostelería juega un papel clave en la economía española en general, y en el segmento de las franquicias en particular. En la actualidad, hay 196 redes que están operando en este sector, y facturaron casi 6.000 millones de euros, según refleja el informe 'La Franquicia en España 2019', elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).

En relación con los puestos de trabajo que genera este sector, a finales de 2018 empleaba a 68.172 personas, según dicho informe.

Una de las empresas de referencia en el sector es Comess Group, que cuenta con más de 30 años de experiencia y es la compañía española líder en restauración organizada. En la actualidad tiene más de 350 establecimientos en 13 países de Europa, Asia y América. Es propietaria de las enseñas Lizarran, Don G, Cantina Mariachi, Pasta City, Gastro by Lizarran, Bezumm y Casa García, además posee los derechos de master franquicia de Pieology, The Counter, The Build y Coldstone Creamery para España.

¿Cúal ha sido la evolución de Comess Group en los últimos meses?

Lo que llevamos de año está siendo bastante bueno. Hay alegría en el consumo y el clima, que influye mucho en la hostelería, también está ayudando, ya que hemos tenido muy buen tiempo. Firmaría que todos los años fueran como este.

¿Y a nivel franquicia?

Vamos a terminar el año con entre 45 y 50 aperturas. Estamos cumpliendo con el presupuesto escrupulosamente, y nada nos hace pensar que no vayamos a cumplir con el objetivo a final de año.

¿Cuáles están siendo las cadenas con más éxito?

Todas están cumpliendo con los objetivos marcados. La marca grande y consolidada, Lizarrán, tiene como principal preocupación abrir buenos locales, porque ya tenemos muchos y hay que ser muy selectivos con las aperturas. Acabamos de abrir uno muy bueno en Mijas. Buscamos siempre zonas con mucha gente y mucho consumo.

La siguiente marca por tamaño es Cantina Mariachi, una de nuestras enseñas históricas. Este año hemos hecho una revisión en profundidad, y contamos con unas 15 aperturas, lo que elevaría el total por encima de 40, que está muy bien.

Don G la adquirimos hace un par de años. Cuenta con 30 unidades, y la previsión es alcanzar las 47 a final de año. Es todavía pequeña y tiene un mercado más grande, por lo que seguramente será una de nuestras líneas de crecimiento en los próximos años.

En el caso de Pieology, se trata de una marca completamente nueva, de la que solo tenemos una unidad, abierta en noviembre. Una enseña nueva siempre requiere un tiempo para probarla y testarla, pero ya ha finalizado, por lo que vamos a empezar a abrir locales. Queremos tres o cuatro de aquí a final de año, fundamentalmente en Madrid.

Mientras que Casa García, la última marca en llegar, es una derivada del modelo de cervecería, que es el más potente en España. Detectamos que había mercado para una cervecería de corte más tradicional, y abrimos en enero la primera unidad de negocio en Sitges (Barcelona), que es curiosamente el mismo lugar en el que abrimos el primer Lizarrán hace 30 años. Luego hemos abierto cinco unidades más, y esperamos cerrar el año con unos diez locales.

¿Cuál es el proceso que seguís para lanzar una nueva marca?

La clave es el trabajo en equipo. Contamos con gente muy profesional que va detectando las oportunidades que ofrece el mercado, tanto cubiertas como sin cubrir. En el caso de Casa García es el desarrollo de una marca y de una línea de negocio muy masiva en España, como es el de los bares. No estábamos actuando sobre ese concepto de bar tradicional, y nos pusimos a trabajar para desarrollar la oferta económica, el interiorismo, la parte operarativa, la formación...

Después abres un local test, vas haciendo ajustes... y una vez que la marca está rodada empiezas a abrir unidades.

¿Qué planes de futuro se marca el grupo?

Nuestro objetivo es tener marcas muy sólidas y sanas. Estámos siempre dándole vueltas a dónde pueden aparecer huecos; o buscando espacios que ya existen pero donde no tenemos presencia, como pueden ser los helados o las hamburguesas, donde tenemos pensado entrar en el futuro, ya que tenemos marcas de EEUU adquiridas para desarrollar en España y Portugal. También buscamos nuevas formas de comer o nuevas culturas gastronómicas que llegan a España, para desarrollar alguna marca o adquirirla.

¿Qué peso tiene para vosotros la internacionalización?

Es una estrategia muy secundaria. Somos una empresa que opera fundamentalmente en España, pero que tiene vocación de salir fuera. Pero para eso hay que contar con un 'partner' adecuado que te ayude a desarrollar el país. Porque cada país es un mundo y entiende de manera diferente la comida española.

En China, por ejemplo, identificaban a España con la Tomatina. En países de Latinoamérica, con los toros, mientras que en otros es implanteable por lo controvertido que es este tema. En otros la referencia es Gaudí o el flamenco... por eso es necesario encontrar un país en el que entiendan la cultura española, y contar con un 'partner', al que se le cede la marca casi como si fuera un hijo para que la desarrolle en ese territorio, adaptándose a las culturas locales.

Porque, además, España no exporta recetas, como puede pasar con México y sus tacos y burritos, o Italia con la pasta y la pizza, sino que exporta una manera de comer: algo para compartir, con bullicio... lo que buscan los extranjeros cuando vienen a España es vivir la experiencia de las cañas, las tapas o los pintxos. Pero eso no es reproducible en todos los países, en unos porque lo impide la propia legislación, en otros porque algunas costumbres no están aceptadas socialmente... El objetivo es adaptarse en la medida de lo posible.

¿Cuál es la situación del sector de la restauración?

Es un sector hiperdinámico que forma parte de la cultura del país. Si tenemos una cosa que nos hace diferentes es que vivimos en la calle mucho más que en otros países occidentales. Y tenemos una cultura mayor de consumir fuera de casa, y a cualquier hora.

Y tenemos una cosa muy típica, que son los bares, en los que puedes dejar a un niño pequeño para que lo cuiden o las llaves de casa para que las recoga tu hermano, algo impensable en otros países. Y esto no va a desaparecer nunca: la comida, comer fuera de casa, socializar, celebrarlo todo en los bares... es parte de nuestra cultura.

Es un magnífico sector para estar. Muy competitivo, muy dinámico, muy atractivo, muy bonito y muy gratificante. Y no tiene pinta de que vaya a pasarle nada en los próximos años.

¿Es mejor un negocio o una franquicia para entrar en el sector?

Un bar requiere una gestión muy profesional, muy difícil y muy técnica. Es más complejo de lo que parece. La ventaja de la franquicia es que te ofrece un know-how y un formato ya testado y probado. Además, hay muchos modelos, y es fácil encontrar una enseña que se adapte a los gustos de la persona en lanzar un negocio.

¿Cuál es vuestra principal competencia?

En el sector todos manejamos un concepto que es la 'cuota de estómago': puedes comer unos gramos de comida y bebida al día, y una vez completos, no puedes tomar más porque te sentaría mal. ¿Cuál es la competencia? Todo el mundo. Vivimos en un entorno con una oferta amplísima de comida, y tan competencia es una gran cadena como un bar que haga algo bien. Todo es competencia.

Pero la competencia es buena y sana, te hace mejor. Los sectores donde no hay competencia acaban siendo bastante malos para la experiencia del consumidor. En el nuestro, la oferta es tan enorme que te obliga a afinar y a hacerlo cada vez mejor. Insisto, todo es competencia, pero bendita competencia.

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