Pymes y Emprendedores

En su pyme, más vale prevenir: éstas son las amenazas que le acechan

En pleno debate sobre las consecuencias humanas y económicas del temporal de frío que asola España, más de uno se pregunta si no se debían haber acondicionado y construido mejor los edificios para evitar este tipo de desgracias. Pero a ver quién invierte en medidas preventivas teniendo tantos asuntos urgentes y del día a día que hay que resolver.

Eso mismo le ha pasado a las empresas. Que en época de bonanza, cuando las cosas rodaban a su ritmo, a casi ninguna se le ocurrió prever y gestionar sus riesgos y estar preparadas para turbulencias. Porque al fin y al cabo, como señaló ayer José Díaz Morales, arriegarse forma parte de nuestra vida. "Sólo que a veces se convierten en amenazas y otras en oportunidades. Y gestionar los riegos es basarse en experiencias pasadas para anticiparse y prepararse ante el futuro", aclaró este socio de Ernst & Young en la presentación del informe The 2009 Business Risk Report.

Un estudio en el que se identifican los principales riesgos a los que se van a enfrentar las empresas. Los diez primeros son estos:

Crisis financiera:

Tenía todas las papeletas de estar en el primer lugar de las preocupaciones, pero lo que no parecía tan habitual es que ocupara un puesto relevante en la misma encuesta del año anterior. Pero lo hizo, sólo que en un segundo puesto. "La crisis financiera era anticipable bastante antes que hace uno o dos años -señaló Díaz Morales-. Y lo que nos ha enseñado es que estamos ante dos crisis, la financiera y la de la economía real, provocada por las operaciones sobredimensionadas".

Regulación excesiva

Los analistas temen que la crisis provoque un exceso de regulación. "No se trata de eliminar regulación, la clave estaría en homogeneizar la que ya existe", insistió Díaz Morales. Señaló que muchos de los reguladores tienen encima de la mesa este tipo de temas -como el proceso de armonización de la generación de información-, pero la gran amenaza es el afán proteccionista de los gobiernos. El objetivo de la regulación debería ser, en su opinión, hacer más efectivas las operaciones, no entorpecerlas. "Así, por ejemplo, las empresas no tendrían que pensarse dónde cotizar", dijo.

Recesión económica

Este factor aparece por primera vez en el mapa de riesgos de la compañía, pero apunta maneras al aparecer en tercer lugar. En opinión del socio de Ernst & Young, no es más que el resultado del "círculo vicioso": a la crisis financiera se le une la de la economía real provocada por la falta de confianza. "Como señalan los analistas, con ese riesgo de pasar de la recesión a la depresión", apostilló.

Respetar el medio ambiente:

Una variable que ha ganado peso en el decálogo de riesgos y que importa tanto porque condiciona muchos modelos de negocio, como en el caso del sector eléctrico.

Nuevos competidores:

Decir que estamos en un entorno globalizado no es nuevo. Pero una de las preocupaciones de las empresas derivadas de esta afirmación es que hoy es complicado identificar de qué punto del planeta puede proceder la competencia. "Ya no son tan controlables. Algunos proceden de mercados emergentes e incluso en algunos casos de países subdesarrollados", dice el informe.

Control de costes:

El tema de moda y el quebradero de cabeza de cualquier compañía. La eficiencia es crucial, según los analistas encuestados, y será la variable que permita la supervivencia de sectores como la automoción, los medios de comunicación y los productos de consumo.

Retención del talento:

Las empresas se enfrentan al problema de perder a los mejores en los procesos de reducción de plantilla. A este problema se une el hecho de que muchos profesionales asiáticos están abandonando Europa para volver a sus países de origen.

Alianzas y transacciones:

Un aspecto importante teniendo en cuenta que la crisis financiera, según los expertos, ha dado lugar a "dramáticas" operaciones de rescate de entidades en donde los procesos de due dilligence -la fase del estudio de la operación- deben ser realizados con especial atención.

Modelos de negocio obsoletos:

Los cambios tecnológicos están forzando a las empresas a reinventarse. "Lo más preocupante es que los modelos de negocio tradicionales generaban buena parte de los ingresos estables de las empresas", señala el informe.

Reputación de las compañías:

Un problema que es consecuencia directa de la falta de confianza. "Y sin confianza, la economía puede paralizarse", señaló Díaz Morales.

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