Los salarios no acordes a la experiencia y formación de los profesionales, así como la falta de reconocimiento en el trabajo y la falta de motivación son nombradas tanto por hombres como por mujeres dentro de las cinco primeras preocupaciones en relación al empleo, según los datos del I Barómetro del Empleo realizado por InfoJobs. De esta forma, las dos primeras coinciden en el mismo orden, pero, a partir de ahí, la cosa cambia.
Mientras que para las mujeres el presentismo y las jornadas largas de trabajo se convierte en la tercera preocupación más nombrada (65 por ciento), no lo es tanto para los hombres, que la sitúan en séptima posición.
Pero la mayor diferencia entre géneros se detecta en la preocupación acerca de la brecha salarial entre hombres y mujeres: mientras esta cuestión se erige como la quinta preocupación para las mujeres (un 62 por ciento de las encuestadas hacen mención a ello), solo preocupa al 37 por ciento de los hombres y, de hecho, se sitúa en el puesto 16 de sus preocupaciones.
Por su parte, los hombres incluyen en su top cinco de preocupaciones el paro entre los mayores de 45 años, ocupando la cuarta posición, mientras que en el caso de las mujeres ésta cae hasta la undécima posición. Lo mismo ocurre con el retraso en la edad de jubilación, que es la quinta preocupación para los hombres (61 por ciento), ocupando en el caso de las mujeres la posición número 10 (52 por ciento).
Percepciones generales
A nivel general, los salarios no acordes a la experiencia y a la formación acreditada por los profesionales son la mayor preocupación de los encuestados (74 por ciento).
Los siguientes aspectos del mercado laboral que más preocupan a la población activa española son la falta de reconocimiento en el trabajo, mencionado por el 69 por ciento; la falta de motivación en el trabajo (64 por ciento) y el presentismo, los horarios y las jornadas largas de trabajo (62 por ciento).
En el otro extremo del ranking se sitúan cuestiones como la falta de desconexión del trabajo debido al desarrollo del mundo digital (móvil, email, WhatsApp…), con un 33 por ciento de menciones, y la robotización, con un 21 por ciento. Dos fenómenos que, a pesar de los cambios que se están viviendo en muchos sectores, todavía quedan lejos de la población española.
Grupos de edad
Mientras que las respuestas de la población con edades comprendidas entre los 35 y los 44 años son similares a las de la media nacional, se aprecian grandes diferencias en las declaraciones realizadas por los perfiles más jóvenes, así como por aquellos mayores de 45 años.
Para los jóvenes de entre 16 y 24 años, la preocupación más frecuente es el paro juvenil y el 72 por ciento así lo declara. Le siguen que los salarios no son acordes a la experiencia y formación y la falta de motivación en el trabajo .
También es a este grupo de edad al que más le preocupa que haya un ambiente sano en la empresa ocupando la cuarta posición del ranking. Por último, la quinta posición tiene que ver con el importe del salario mínimo interprofesional.
Por otro lado, se aprecian diferencias significativas en los segmentos de edad de los 45 años y de los mayores de 55. Para ellos, el paro entre mayores de 45 años ocupa la primera (75 por ciento) posición. También para éstos es relevante el retraso en la edad de jubilación, que ocupa la quinta posición con un 61 por ciento.
Asimismo, los datos ponen también de manifiesto que, aunque los salarios son una preocupación común a todos los grupos de edad, son los encuestados entre 25 y 34 años los que más tienen en cuenta este asunto.
Según la situación laboral
Analizadas las diferencias por situación laboral, se aprecia que las preocupaciones de las personas en situación de desempleo difieren en gran medida con las manifestadas por la población global. Si bien los salarios repiten como principal preocupación para ocupados y desocupados, los profesionales en paro sitúan la precariedad laboral como segunda mayor preocupación.
El I Barómetro del Empleo muestra también grandes diferencias en lo que respecta a la brecha salarial, que, según los datos recogidos, preocupa más a los desocupados (54 por ciento) que a los ocupados (47,5 por ciento). Sin embargo, este hecho tiene su explicación en que la tasa de paro suele ser más alta en mujeres que en hombres ( del 16 por ciento frente al 12 por ciento).
Por último, resulta interesante la percepción sobre las prestaciones que lógicamente toman más protagonismo entre los desempleados. El 45 por ciento de los desocupados señalan como una preocupación que las prestaciones son bajas, mientras que solo el 37 por ciento de los activos señalan este aspecto.